Las bolsas protagonizaron una nueva sesión de esperanza, a pesar de mantenerse los debates sobre el futuro de Grecia y sobre la política de Obama para luchar contra el desempleo. Por el momento, los republicanos han cerrado la vía a la elevación de impuestos a los ricos, una medida central en el diseño de su plan de choque. Además, dentro de Europa, se digirió con demasiada indolencia la rebaja de calificación crediticia de Italia por parte de S&P. La inestabilidad política y la debilidad económica han motivado la degradación de su deuda. Por tanto, el aliento de la subida habría que buscarlo en la esperanza de un final feliz para las negociaciones entre Grecia y los organismos encargados de prestarle el apoyo financiero. También se piensa en los nuevos estímulos que aprobará la Reserva Federal para relanzar el crecimiento económico en EEUU, puesto en duda por la batería negativa de datos macroeconómicos de las semanas anteriores. El Ibex se paró en los 8.362,20 puntos, tras anotarse un 1,70%. El resto de plazas europeas también finalizó con avances: París ganó un 1,50%, Londres, un 1,98%, y Fráncfort, un 2,88%. Dentro del Ibex, destacaron al alza Mapfre (+4,24%), Repsol (3,15%) e Inditex (+2,77%), mientras que Amadeus (-3,48%), IAG (-3,05%) y FCC (-2,50%) recibieron los mayores castigos. Todos los grandes mejoraron sus cotizaciones. En París, nuevo varapalo para los bancos. BNP Paribas bajó un 6,51%, Société Générale, un 3,08%, Axa, un 2,48%, y Crédit Agricole, un 2,11%. Los títulos de LVMH (+3,64%) encabezaron a los ganadores.