«Si tienes la pelota, no hace falta defender, porque sólo hay una pelota». Ése era el ideario de Johan Cruyff, y lo es de Pep Guardiola y seguro que también de Marcelo Bielsa. Y el domingo en San Mamés el Athletic la tuvo y más que su rival, lo mismo que una semana antes contra el Espanyol. Pero la posesión nunca es un objetivo, sino un instrumento, como tienen muy asimilado en can Barça. Y el problema de este incipiente Athletic ahora mismo es que está en esa fase de convertir primero la posesión en objetivo, para un día traducirla en instrumento.

El fútbol es incertidumbre. Y quizá por eso mismo no sería deseable que la tecnología relevara al arbitraje humano. Y por eso las estadísticas no ganan partidos ni dan puntos, pero las de los dos últimos compromisos ligueros de los rojiblancos son reveladoras de hacia dónde caminan los de Bielsa. Ante el Espanyol, los bilbainos realizaron 16 remates a puerta, de ellos 7 entre los tres palos, y anotaron un sólo gol; los pericos, por contra, chutaron 6 veces, 5 a portería y anotaron dos. El Athletic metió 27 centros al área, por 10 los catalanes; Gorka intervino 3 veces y el meta españolista, 6.

Ante el Betis, casi tres cuartos de lo mismo. Fueron 15 disparos a gol del Athletic, por 13 del Betis, pero es que los rojiblancos la enchufaron 9 veces a puerta, mientras los béticos sólo 5, con dos y tres goles, respectivamente; los locales sumaron 27 centros al área y los visitantes 13, mientras que Iraizoz hizo 2 paradas y el portero andaluz 7 -es el guardameta que más paradas suma en tres jornadas-.

Abrumadores estadísticas favorables a los de Marcelo Bielsa que no les han servido de nada en cuanto a puntos, pero sí en cuanto a hilar hacia dónde quiere caminar este equipo. Y más allá del garrafal partido del domingo, los árboles deben dejarnos ver el bosque. Eso sí, como ya advirtió Toquero días atrás, «no basta con jugar bien; hay que puntuar».

Amorebieta, el «recuperador»

Los de San Mamés son, con sólo tres partidos jugados en Liga, el equipo que más balones recupera -Fernando Amorebieta es el cuarto con 40 recuperaciones, algo que seguro satisface a Bielsa-, lo que refleja que la impronta de presionar al rival parece asimilada. Los bilbainos son, por ejemplo, los cuartos que más faltas cometen, siendo Ander Iturraspe el segundo jugador -tras el realista Zurutuza- que más infracciones acumula del campeonato.

El pero de ese alto nivel recuperador radica, no obstante, en que es, a su vez, el segundo conjunto que más balones pierde, destacando en la estadística De Marcos -un diestro sacando el balón desde el lateral zurdo- y Llorente -líder de esta estadística la campaña pasada-. Es decir, volviendo a Cruyff, «si tienes la pelota, no hace falta defender»... pero si la tienes bien. Porque si la pierdes sufres y si, encima, falta contundencia atrás, como está sucediendo, así les va.

Muchos menos balones al área

Pero es evidente que ahí está esa apuesta por el control del balón y el toque, y que se ve también plasmada en que es el Athletic es segundo equipo que más faltas recibe, siendo Javi Martínez y Muniain el segundo y tercer futbolista de la competición que más las sufren.

Otro apunte que a muchos se les habrá pasado por alto, pero que se suma a este nuevo estilo, es que es el sexto equipo más rematador, tras los `grandes' Madrid, Barça, Atlético, Valencia y... Betis. Por cierto, el pequeño bético Jefferson Montero es el jugador que más regatea de toda la Liga, algo que saben ya bien los Martínez, Gurpegi o Amorebieta -Iker Muniain es el tercero-.

Una forma de jugar en la que se van apreciando cambios y algunos radicales con respecto a lo que era el fútbol de los de San Mamés hasta hace apenas cinco meses. Los leones ya no son los que más balones cuelgan al área -decimosegundos-, ni los que más rematan de cabeza -octavos¯, a pesar de que Llorente lidere la tabla de rematadores con la testa, con ocho cabezazos... pero un sólo gol. Hoy, por cierto, el riojano jugará su partido 250 con la camiseta zurigorri.

Con tres centrales ante el Málaga

El de Rincón de Soto será de la partida esta tarde, en un once con revolución defensiva. «Jugar con tres centrales es una posibilidad. Contra el Betis debimos jugar así», se destapó ayer Marcelo Bielsa, tras el último entrenamiento donde dejó entrever un once con una línea de cinco atrás: tres centrales confirmados por él mismo (Ekiza -que vuelve al campo donde debutó-, Gurpegi y Javi Martínez), que frenen en seco a Baptista y Van Nistelrooy; dos carrileros casi interiores, Iraola y De Marcos; Iturraspe de enganche y Muniain como organizador; con Susaeta y Gabilondo más abiertos y Llorente en punta.