Después de mucho sufrir
«Happy End»
Mikel INSAUSTI
El título, tratándose de un drama existencial nórdico, suena irónico. Pero, una vez vista la película, no lo es tanto. “Happy End” retrata a un grupo de personas que sufren lo indecible, y cuyas vidas se entrecruzan, para al final encontrar consuelo y alivio.
Estamos ante una producción de Zentropa, la compañía fundada por Lars Von Trier, y que de alguna manera prolonga lo que fue el movimiento Dogma. El estilo de cine directo se ha perdido por el camino, pero los temas siguen siendo los mismos, a pesar de que las formas hayan cambiado. También el estilo interpretativo es similar, porque los actores y actrices se meten en unos personajes que no son capaces de expresar sus sentimientos, porque se encuentran atenazados. Es como si hubieran sido anestesiados contra el dolor, así que hasta no resolver lo que provoca dicho daño interior, no podrán liberarse de la presión que les anula como seres vivos.
El caso más extremo de esa situación de vacío lo representa la mujer que recibe malos tratos por parte de su pareja, sin ser capaz de reaccionar. De poco sirve que otros la vean como una bella modelo, ya que su compañero sentimental la humilla para que pierda la frágil autoestima que le puede quedar. Se vuelve tan insensible que no es capaz de reconocer al que sí quiere su bien, mostrándose cruel con quien no debe.
La madura profesora de autoescuela es otra víctima más, al enterrarse en vida tras la muerte de su marido por culpa de un cáncer.