Estados Unidos y sus aliados en la operación militar en Libia se reunieron ayer en Nueva York al margen de la Asamblea General de la ONU para apoyar al Consejo Nacional de Transición (CNT) y abordar el futuro del país tras la caída de Gadafi.

La reunión, en la que participaron representantes de casi 70 países y organismos internacionales, se llevó a cabo tras el primer encuentro cara a cara entre el presidente de EEUU, Barack Obama, y Mustafa Abdeljalil, el número uno del CNT.

Este encuentro llega en un momento en el que el CNT ha tenido que suspender la creación del nuevo gobierno que había anunciado, dadas las discrepancias internas y aún no ha conquistado todo el territorio.

Obama advirtió de que «no hay espacio para el extremismo» en el proceso de transición que, «debe llevar a una Libia democrática, con una sociedad civil fuerte y elecciones limpias y libres». Por su parte, Abdeljalil reveló que la insurrección contra el régimen de Gadafi ha costado 25.000 vidas.

El encuentro sirvió de reconocimiento oficial al nuevo régimen en Naciones Unidas, en cuya sede en Nueva York ya ondea la bandera verde, roja y negra de la antigua monarquía que ha sustituido a la verde que instauró la revolución gadafista.

El grupo de contacto quiere ser sustituido por un grupo de amigos de Libia, cuya composición y funcionamiento decida el secretario general de la ONU. El CNT presentó además sus necesidades de reconstrucción.

Creado el 29 de marzo en Londres, el Grupo de Contacto para Libia reúne a una treintena de países y varias organizaciones internacionales, como la ONU, la OTAN y la Liga Árabe.

EEUU trata de poner el acento en el conflicto libio, ante su incómoda posición de rechazo al reconocimiento del Estado palestino en el Consejo de Seguridad.

Por su parte, Muamar Gadafi calificó de «mascarada» la situación en Libia, «sólo gracias a los bombardeos aéreos que no van a durar eternamente». «No se alegren y no crean que un régimen ha sido sustituido por otro impuesto por la ayuda de los ataques aéreos y marítimos», añadió.

Mientras tanto, sobre el terreno la ofensiva del CNT para tomar los bastiones gadafistas se alarga. Después de cuatro semanas tras la caída de Gadafi, se mantienen los combates. Las fuerzas del CNT afirmaron haber avanzado sobre Sebha, donde habrían tomado el aeropuerto, la ciudadela y el cuartel Fares. También Sirte y Bani Walid resisten.