PRIMERA Siete puntos, buen balance del difícil inicio
La Real sufre para derrotar al Granada con la ayuda de la fortuna
Un centro de Estrada con el exterior sin ángulo que sorprendió a Roberto dio la segunda victoria a los blanquiazules. Las bajas obligaron a Montanier a introducir cinco cambios y la plantilla respondió.
REAL SOCIEDAD 1
GRANADA 0
Joseba ITURRIA
La plantilla de la Real superó la prueba que le presentaba el partido con las bajas de tres jugadores titulares del flanco derecho y logró desde esa banda, con la ayuda de la fortuna en el gol de Estrada, una victoria que permite llegar con siete puntos a la cuarta jornada tras un inicio amenazante con rivales de la entidad de Barcelona y Sevilla.
Los blanquiazules tuvieron que sufrir, como deberán hacerlo toda la temporada, pero lo más importante es que fueron capaces de ganar con cinco cambios con respecto al once que tan bien comenzó en Sevilla. Se criticó a Montanier por dejar en el banquillo entonces a Illarramendi y Agirretxe, pero la nueva exhibición del mutrikuarra y la victoria dieron por buena esa apuesta. El partido más importante de los dos era el de ayer y en el segundo tiempo la mayor frescura blanquiazul se impuso a un Granada que repitió el mismo once que había ganado al Villarreal y que acabo más justo, por mucho que tuviera una última clara ocasión de Ighalo en el tiempo añadido para empatar.
No hubiera sido justo porque la Real, aunque sin alardes, fue superior al Granada. Manejó mejor el balón, sobre todo en el segundo tiempo, aunque le faltó acierto en los últimos metros, que es el mayor déficit del inicio liguero en el que ha vivido gracias a los goles de Agirretxe y a la jugada de fortuna de ayer.
Griezmann y Vela, sobre todo el primero, no estuvieron acertados y Agirretxe, al que le tocó sufrir en la derecha con Siqueira en el primer tiempo sin que le llegara un solo centro desde la izquierda, no acertó esta vez con la única ocasión que tuvo.
Un primer tiempo nivelado
El primer tiempo demostró que el partido no iba a resultar fácil por jugar con un recién ascendido. El Granada tiene un equipo bien trabajado, viene con la inercia positiva del ascenso y no quiso limitarse a defender el empate inicial y también buscó tener el balón con un planteamiento similar al de Montanier.
Los dos equipos utilizaban el mismo esquema y la misma idea de jugar sin asumir riesgos en ataque y de cerrarse bien en defensa y eso se tradujo en 45 minutos nivelados en los que cada equipo dispuso de una ocasión clara en sendos lanzamientos de esquina. En la realista Iñigo Martínez obligó a Roberto a realizar una gran intervención y en la del Granada Moisés Hurtado entró sin ninguna oposición y remató alto cuando parecía más fácil conseguir el gol.
La Real lo intentó más que el Granada, pero no estuvo acertado en los últimos metros. Iñigo Martínez y Mikel González dieron un buen inicio al juego de ataque, Aranburu, Illarramendi y Mariga estuvieron bien en una disposición diferente a anteriores partidos con el azpeitiarra de pivote más retrasado, pero a la hora de combinar con los tres jugadores más avanzados buscaban preferentemete a Griezmann en ausencia de Xabi Prieto y el de Mâcon no estuvo acertado y en una de sus decisiones equivocadas llegó una contra peligrosa en el final del primer tiempo con disparo de Dani Benítez que puso en aprietos a Claudio Bravo.
La Real mejoró y fue superior en el segundo tiempo, con mayor posesión de balón. Agradeció primero que Agirretxe jugara por el centro y luego que Illarramendi retrasara su posición, aunque con él casi da igual donde juegue, porque siempre aparece donde se le necesita.
El gol, fruto de la mejoría
Así combinó con Aranburu y Agirretxe en una primera ocasión en la que el usurbildarra no pudo marcar tras superar a Roberto. Poco después fue Vela el que remató con la izquierda y el balón salió fuera por poco. Entre ambas opciones se volvió a conceder una clara ocasión en un corner que remató alto Diakhate y es un problema a corregir.
Pero la Real era superior en el segundo tiempo y fruto de ese dominio llegó la jugada afortunada del gol de Estrada y, a partir de ahí, se supo defender, aunque tras el 1-0 reculó demasiado con Vela y Griezmann muy retrasados casi como carrileros para controlar a dos buenos laterales, Nyom y Siqueira.
Montanier acertó a la hora de dar entrada a Zurutuza, Cadamuro y Sarpong para oxigenar el centro del campo, aunque lo que más agradeció su equipo fue la frescura de Illarramendi, que hizo bueno su descanso de Sevilla con un final pletórico que llevó a Anoeta a rendirse ante el recién llegado.
La ventaja exigua obligó a sufrir hasta el final porque Sarpong no acertó a sentenciar en una buena pared con Agirretxe. Eso permitió a Ighalo disponer de una última opción para lograr un empate que no hubiera sido justo porque, dentro de un partido más nivelado de lo que Anoeta podía esperar, la plantilla realista fue ligeramente mejor que el equipo del Granada.
Tras la primera victoria en casa de la temporada, Philippe Montanier se declaró «contento por el resultado, dije que sería un partido difícil y lo ha sido contra un buen equipo bien organizado y con un buen contraataque. Había dos palabras importantes, paciencia y voluntad, necesitábamos ser muy pacientes». Reconoció que pasó nervios en la recta final, ya que «con 1-0 en fútbol todo es posible y el Granada tiene calidad para marcar». Apuntó que tener ya siete puntos en el zurrón ofrecen «confianza» antes de viajar a Mallorca y recibir al Athletic.
El técnico francés fue preguntado por los cánticos de la grada a su nueva perla, Illarramendi, pero él prefirió destacar las prestaciones de su plantilla. «Tengo un buen grupo, sin Demidov, sin Prieto, con Zurutuza en el banquillo...». Durante el choque, Agirretxe y Vela intercambiaron posiciones entre la banda derecha y el puesto de delantero centro. Montanier explicó que en la primera mitad ubicó al mexicano como ariete para «aprovechar su velocidad contra los centrales», mientras que luego, con mayor posesión, lo situó junto a la cal para buscar sus combinaciones y sus entradas en diagonal. Respecto a Mariga, destacó que «va a más. No es fácil, llegó tarde pero tiene buena mentalidad y se acopló rápido».
Fabri, técnico visitante, consideró que «se nos escapa un punto que merecimos» y atribuyó el gol de Estrada a «un error garrafal. No tiene que suceder pero ha sucedido». I. INTZIARTE
El derbi entre Real y Athletic se jugará el domingo 2 de octubre a las 12:00 en Anoeta, lo que cambiará la forma de vivir el partido de rivalidad entre las dos aficiones. Será el segundo partido seguido de los realistas a esa hora tras el de este domingo en Mallorca. Para empezar a prepararlo y ver la evolución de los lesionados, la plantilla realista se entrena a las cinco de esta tarde en Zubieta.