Antoine Griezmann no para de generar noticias. Tras el culebrón del verano por el interés del Atlético de Madrid para hacerse con sus servicios y unas supuestas declaraciones suyas saludando su salida al club colchonero, los diarios del Grupo Vocento -»El Correo» y «DV»- publicaban ayer que Marcelo Bielsa pidió recientemente su fichaje para el Athletic y que la plancha de Urrutia tanteó la posibilidad de llevar a cabo la operación. Según esas informaciones, Bielsa había visto varios vídeos del jugador cuando la Real se interesó por él para sustituir a Martín Lasarte, pero el alto precio del jugador (30 millones de euros) frustró cualquier acercamiento.

La respuesta no tardó en llegar, ya que ayer mismo el propio jugador y el presidente de la Real Jokin Aperribay desmentían que hubiera habido ningún tipo de negociación. El centrocampista francés lo negó rotundamente en su comparecencia tras el entrenamiento matutino, mientras que Aperribay afirmó en una entrevista concedida a Euskal Telebista que el club rojiblanco no se puso en contacto con ellos en ningún momento.

Ha recuperado la sonrisa

Sea como fuere, lo cierto es que en estos momentos lo último que le interesa a Antoine Griezmann es volver a ser protagonista por cuestiones que no estén relacionadas directamente con su rendimiento en el campo. El jugador galo ha recuperado la sonrisa que había desaparecido de su rostro durante las primeras jornadas de la temporada, y reconoció que su situación es ya «como el año pasado, me piden fotos en la calle, me dan ánimos... y se lo agradezco mucho a toda la gente».

Griezmann, tan dicharachero como siempre y pronosticando un 3-0 para el domingo con tres goles suyos, destacó la relevancia del derbi, sobre todo para los seguidores. «Para nosotros son tres puntos, pero para la afición es algo más. Es ganar a su rival y algo muy importante para ellos», recordó el de Macon, que no quiso relajarse por la delicada situación clasificatoria que atraviesa el Athletic: «El año pasado si un delantero llevaba tres partidos sin meter gol marcaba contra nosotros. No tenemos que pensar en los partidos que han jugado ellos hasta ahora».

Tampoco escondió su enfado por no haber jugado como titular en Mallorca. «Hay muy buen equipo, buenos jugadores en el banquillo y todos pueden jugar. La decisión me ha picado un poquito, hay que decirlo, pero ahora estoy con muchas más ganas para estar en el once», confesó Griezmann, que también admitió haber sufrido un pequeño bajón tras el partido de Sevilla que ya ha superado.

Por último, y cuestionado sobre el paralelismo entre su carrera y la del rojiblanco Iker Muniain, el zurdo comentó que su rival del domingo es muy diferente. «Él es más de jugar el uno contra uno, de crear peligro en cada balón que tiene. Yo no tengo tanto uno contra uno, pero aprovecho mi toque para hacer centros, pases o tiros».

Un juego más colectivo

David Zurutuza, por su parte, diseccionó las nuevas maneras del Athletic y las dificultades que está teniendo para amoldarse a su nuevo técnico. «Tienen un gran equipo, y están haciendo buen fútbol aunque los resultados no les estén acompañando. Llevaban muchos años jugando de la misma manera con Caparrós y tenían muchos automatismos que con el nuevo entrenador hay que cambiar. Antes jugaban más directos con Fernando Llorente, pero ahora hacen un juego más colectivo», analizó demostrando que ha seguido de cerca la trayectoria del conjunto rojiblanco.

Aunque él no se atrevió a dar un pronóstico concreto -«creo que ganaremos, y si es con un gol mío pues mejor», apuntó-, Zurutuza advirtió de que la presión puede convertir al Athletic en un rival «peligroso», pero que «si llegan cansados o moralmente más bajos podemos sacar provecho de ello». Además, desveló que Montanier es consciente de lo que supone el derbi para la afición y que ayer hizo «algunas bromas» al respecto.