Representantes de la izquierda abertzale, EA, Aralar y Alternatiba presentaron el martes su alianza electoral, que al parecer se llamará Amaiur, y los medios más ultramontanos apenas tardaron en cargar contra la nueva coalición. «ABC» no ahorraba en descalificaciones. «Amaiur, ¿la penúltima máscara?» era el titular del comentario, en el que el diario de Vocento explicaba que «la autodenominada izquierda abertzale calienta motores para emprender la carrera electoral que culminará el 20-N». A juicio del columnista, el nuevo proyecto político es «poliédrico en cuanto a integrantes, que sumará a las fuerzas de Bildu las de Aralar, aquella primera excrecencia batasuna que corría peligro de extinción si no se unía al proyecto único». He repasado lo que han publicado en los últimos años varios medios de Vocento sobre Aralar y jamás hubiera pensado que acabarían llamándole «excrecencia». Será que no les ha gustado la decisión de sus militantes.

El comentario sigue por los mismos cauces: «A sabiendas de que Sortu tenía difícil pasar la prueba del Tribunal Supremo, los bildutarras han decidido sumar esfuerzos con la formación de Patxi Zabaleta». Me parece que el encargado de escribir esta perla se ha hecho un lío con los tribunales.

A continuación explica a sus lectoras y lectores que aunque aún no hay nombre oficial para la coalición, «la nueva máscara electoral filoetarra podría llamarse Amaiur, que es un topónimo del navarro valle del Baztán (sic)». Supongo que era demasiado pedir que el plumilla conociera las connotaciones históricas de Amaiur, pero al menos alguien le podía explicar qué significa. Le hubiera quedado el comentario un poco más vestido y habría tenido que escribir menos sandeces. Para concluir, afirma que «donde peor ha sentado el nuevo proyecto batasuno ha sido en el PNV, en el que cunde el nerviosismo por el daño electoral que podría causarle el frente abertzale en los comicios de noviembre». No va a ser servidora la que niegue que los jeltzales andan un poco atacados, pero visto lo visto y leído lo leído, me da que no son los únicos que están nerviosos por los resultados que puede sacar Amaiur. Nos espera un bonito aniversario de la batalla.