Durante la tarde de ayer se llevaron a cabo varios ejercicios de seguridad en la margen derecha del puerto de Baiona, en concreto en la localidad de Tarnos. El objetivo del simulacro de accidente era medir la fiabilidad de la actuación de los equipos de intervención (gendarmería, bomberos, seguridad civil...) y el buen seguimiento de los protocolos establecidos en caso de accidente.

La intención de la empresa Yara de Lacq de hacer transitar por el puerto cargamentos de nitrato de amonio está en el origen de la realización de estos tests de seguridad. Y es que, desde que en otoño pasado se tuvo conocimiento del proyecto, saltaron todas las alarmas, cuando menos entre los electos de las principales localidades adyacentes al puerto (Baiona, Bokale, Angelu) que, recordando el trágico accidente ocurrido en la empresa ASF de Toulouse hace diez años, se oponen a este tipo de transporte.

Visto bueno previsto

Sin embargo, todo apunta a que la Prefectura y el presidente del Consejo de Aquitania, Alain Rousset, que como propietario del puerto debe validar en última instancia el paso de dicha mercancía, darán el visto bueno al proyecto de la empresa química bearnesa.

El prefecto François-Xavier Ceccaldi, presente durante los ejercicios, manifestó ayer que todos los dispositivos habían funcionado correctamente pero que, antes de pronunciarse, habrá que valorar la experiencia «en frío y con calma». Si se comprueba que todas las medidas de seguridad funcionan correctamente, dentro de unas semanas emitirá un informe favorable que enviará a Rousset para que decida en consecuencia.