Los inversores pasaron por caja después de tres subidas consecutivas. La leve toma de beneficios responde a la necesidad de refrendar todas las promesas lanzadas desde Europa para salvar a Grecia de la bancarrota y para dotar de mayores recursos al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera. Estas actuaciones, sin embargo, siguen dependiendo de la voluntad de Alemania y del examen que hoy realice en Atenas el trío de prestamistas internacionales -BCE, CE y FMI- sobre el grado de cumplimiento de los acuerdos suscritos para el rescate. También se prestó atención a la propuesta de la CE para imponer una tasa a las transacciones de bonos y acciones, una medida muy contestada por el sector financiero y que podría ser repercutida en las comisiones de los clientes. Por tanto, los inversores plegaron velas a la espera de nuevas oportunidades. El Ibex cedió un 0,61%, y hoy partirá desde los 8.480,20 puntos. Los índices de Fráncfort (-0,89%), París (-0,92%) y Londres (-1,44%) cedieron también posiciones. Dentro del Ibex, los mejores al alza fueron Grifols y OHL, que ganaron más de un 2%. En el otro lado de la balanza se colocaron ArcelorMittal y Técnicas Reunidas, que bajaron un 3,21% y un 2,58%, respectivamente. Los grandes valores acabaron con pérdidas. Santander y BBVA, con recortes superiores al 1%, fueron los más perjudicados. En París, los bancos se tomaron un respiro tras sus violentas subidas anteriores. Así, Société Générale cedió un 2,83%, BNP Paribas un 1,31%, y Crédit Agricole un 0,25%. Las acciones de Vallourec (-5,46%) registraron el peor balance de la sesión.