El Gobierno navarro, tras dos semanas dudando sobre cómo dar la noticia para que sonara más dulce, anunció ayer la primera batería de recortes que acometerá hasta fin de año. El tijeretazo será de 190,6 millones, adelantando que en estos dos meses tendrán que aplicar más recortes por valor de 61,76 millones pero que todavía no han decidido dónde. El motivo último es alcanzar el déficit marcado por el Estado, de 1,3%, y la determinación del ejecutivo de coalición entre UPN y PSN es tan fuerte que han incluido esta meta en su pacto de gobierno.

La tijera de UPN-PSN entra por todos los departamentos sin excepción, incluyendo Sanidad y Educación. De todas las áreas, sólo hay una salvedad, el TAV, que no verá mermada su partida en un sólo euro y cuyas obras ni se han planteado en retrasar. Resulta particularmente alarmante el golpe que recibirán los ayuntamientos navarros, cuya financiación era de por sí deficitaria en los tiempos de bonanza. No sería descartable que algunos se vean obligados a incurrir en impagos en algunas partidas debido a los recortes anunciados ayer.

El Gobierno compareció en pleno, con todos los consejeros, para dar solemnidad al anuncio. El discurso de la presidenta, Yolanda Barcina, y su segundo, el líder del PSN, Roberto Jiménez, fue coincidente y apocalíptico. «Nos vemos obligados a hacerlo» y «estas medidas son el único camino para garantizar un futuro mejor» fueron frases que pudieron escucharse de los labios de ambos. Además, los dos coincidieron en considerar el tijeretazo como una apuesta «valiente».

El consejero de Economía, Álvaro Miranda apareció con un as en la manga. En un principio, se había filtrado a los medios que el recorte iba a ascender a 327,7 millones de euros. Sin embargo, al repasar las cuentas Miranda dijo haberse percatado de que ha habido 22 millones más de ingresos por impuestos especiales y el convenio económico y que, en otra partida que denominó «Ajustes Menores de la Contabilidad Estatal», han aparecido en las arcas navarras otros 11 millones. A consecuencia de este pequeño milagro de última hora en el erario público, el recorte se vio reducido a 294,3 millones.

De estos 294 millones que se van a ahorrar, 190 provendrán de los recortes en los departamentos. Otros 60,7 se conseguirán con próximas medidas y, el resto (41,9 millones) se confían obtener de restos de partidas que no se ejecuten en su totalidad, presuponiendo que haya una inejecución media del 1% en el conjunto de las partidas.

Jiménez fue el encargado de defender que ha habido una serie de «prioridades políticas» a la hora de «contener el gasto». Según dijo, los departamentos menos afectados son los de Educación y Sanidad. Y, tal y como presentaron los datos, parecía cierto. En la información facilitada por el Gobierno, el «ajuste» en Educación es del 1,5% y, en Sanidad, del 3,6%. Pese a todo esto, la información se torna confusa y sesgada, ya que en ese informe, por ejemplo, no aparecen contabilizada la reducción de personal educativo, que el Gobierno admite que afecta a más de cien profesionales y que los sindicatos cuantifican en más de 250 plazas. Preguntados por esta cuestión, Barcina, Jiménez y Miranda explicaron que la partida de personal no tiene recorte alguno, sino que simplemente se ajustan a lo presupuestado, mientras que en años anteriores las necesidades de personal siempre superaban el dinero previsto.

Problemas de calendario

La irrupción de recortes de semejante calado a estas alturas del año genera problemas añadidos, dado que el Gobierno ha pecado de imprevisión. El ejemplo más gráfico de esto es lo que le ha ocurrido al Festival Punto de Vista. Este certamen es el último gasto fuerte que tiene el Instituto Navarro de la Cinematografía. Dicho instituto ya se ha gastado el grueso del presupuesto en ayudas a la producción de documentales y en la Filmoteca de Navarra. Así que, al llegar los recortes a poco más de dos meses de finalizar el ejercicio, el único lugar donde podía cortar era en la última partida fuerte, el festival, por lo que su futuro corre serio peligro. Este problema se reproduce en todos los departamentos, porque en la práctica, en lo que se traducen estas medidas es en un recorte del 7% en todas las partidas hasta el final de año. Y donde será más problemático aplicar el tijeretazo será en los 272 ayuntamientos que están a la espera de cobrar el último pago trimestral. Al concentrarse los recortes (de 11.748.958,33 euros para este concepto) en el último pago, los municipios van a recibir más de un 30% menos de lo esperado. La próxima reunión entre el Gobierno y la Federación de Municipios que se prevé dura.

Siempre según las cifras ofrecidas por el gobierno (que, como se ha explicado, no aclara bien los recortes en personal), la que aparece como la pagana de los recortes es la Consejería de Cultura y Turismo, donde el tijeretazo es del 12%.