«Déjenme decir esto: mientras yo sea primer ministro nunca nos uniremos al euro. Y tampoco dejaré que se nos absorba en los interminables rescates de países que están en el euro», manifestó el premier británico, David Cameron, entre una de las ovaciones más sonoras de los delegados en el congreso del Partido Conservador, en Manchester.

La economía centró ayer el esperado discurso de clausura del congreso, en el que el líder tory hizo una apuesta por el «liderazgo» para sacar al país del «desastre económico», objetivo que, según Cameron, su Gobierno podrá acometer «a su manera y en sus propios términos».

Sus reflexiones reafirmando la oposición británica a entrar en el euro suscitaron entusiasmo. Cameron señaló, según recogió Efe, que para «desatascar» el crecimiento y reequilibrar la economía británica se requiere «un cambio en Bruselas» y opinó que la Unión Europea «no funciona de la forma adecuada». A su juicio, es ventajoso que Gran Bretaña no forme parte del euro puesto que así su Gobierno podrá establecer sus propias medidas para reactivar la economía.

Cameron reconoció que la amenaza a la economía mundial y a Gran Bretaña es tan grave hoy «como lo era en 2008, cuando comenzó la recesión mundial con la zona euro en crisis, las economías de Francia y Alemania ralentizadas hasta un punto muerto e incluso con EEUU cuestionado por sus deudas», y afirmó que el Ejecutivo de coalición puede ayudar a los ciudadanos.

Alertó de que la crisis actual «no es una recesión normal», ya que «es una crisis de deuda ocasionada por un excesivo endeudamiento de individuos, negocios, bancos y, sobre todo, gobiernos», pero aseguró que Londres cuenta con un plan «adecuado» para atajar la crisis.

Los reproches al anterior Gobierno laborista fueron una constante en el discurso de Cameron, quien cambió el texto original a última hora, aconsejado por sus asesores de prensa, temerosos de que el primer borrador -con peticiones más directas a los ciudadanos a que pagasen sus deudas-, hiriera sensibilidades.

En un repaso a otros temas, remarcó la importancia del control de la inmigración «limitando el número de inmigrantes no europeos» y se mostró a favor de la legalización del matrimonio gay. «A quienes tengan reservas, les digo: Sí, se trata de igualdad y también de compromiso (...) No es que apoye el matrimonio homosexual pese a ser conservador. Apoyo el matrimonio gay porque soy conservador», dijo.