El juez de la Audiencia española Santiago Pedraz decretó ayer, por tercera vez, el procesamiento de los tres militares estadounidenses implicados en la muerte del cámara de Telecinco José Couso en Bagdad (Irak) el 8 de abril de 2003 por un delito contra la comunidad internacional y homicidio, al estimar que existió un plan para evitar que los medios informaran.

En su auto el juez ordena que se libre una comisión rogatoria a las autoridades de EEUU para tomar declaración a otros dos militares de EEUU, los superiores de los tres procesados en la cadena de mando, al considerar que podrían haber trasmitido la orden de atacar el Hotel Palestina donde se alojaban los periodistas.

Según el auto, la orden directa de disparar al hotel partió del teniente coronel Philip de Camp, que se la trasmitió al capitán Philip Wolford, quien, como mando de la Unidad de Blindados, autorizó el ataque a quien efectuó el disparo, el sargento Thomas Gibson. Estos son los tres militares a los que Pedraz procesa por tercera vez, después de que la Audiencia Nacional revocara dos veces su procesamiento.

Ahora, el juez les ha impuesto también una fianza de un millón de euros en concepto de responsabilidad pecuniaria.

La Tercera División, que también atacó la sede de Al-Jazeera y de la televisión de Abu Dabi, tenía la misión, según el juez, de evitar que los medios internacionales informaran sobre la toma de Bagdad. «Se ignora qué autoridad superior norteamericana (militar o política) planeó la operación de evitar que informaran; si bien la misma pudo ser dada para su ejecución» al comandante de la Tercera División Bufor Blount y, sucesivamente, al jefe de la Segunda Brigada, David Perkins, señala el magistrado.

Pedraz, que cita que la ocupación de Irak no fue lícita, llegó a la conclusión de la existencia de ese plan tras la inspección ocular que realizó in situ el 28 de enero. En concreto, dice que el personal que manejaba el carro de combate desde el que se disparó pudo apreciar «con total claridad» a las personas que se encontraban en ventanas y balcones del Hotel Palestina, que se hallaba en zona civil, y los objetos que portaban.

Javier Couso, hermano de José, manifestó que la tesis del magistrado de la existencia de un plan para evitar que se informara de lo que sucedía en Bagdad ha sido siempre la tesis de la familia del fallecido, y ayer expresó su «desprecio» por los miembros del Gobierno y de la Fiscalía que «han defendido a criminales de guerra».

EEUU insistió en la no culpabilidad de sus militares, porque sólo cumplían órdenes, algo que ni Pedraz ni la familia cuestionan.