Silvana Ostiza, Antton Izagirre | Tolosa
Agur Jokin
Sin ánimo de hacer leña del árbol caído y con absoluto respeto hacia la decisión de alejarte de la política, aunque no estaba en nuestro ánimo salir a la prensa, en vista de tus últimas declaraciones de despedida nos vemos obligados a hacerte llegar una serie de consideraciones y puntualizaciones desde nuestra visión particular.
Bien sea por el hecho de no conseguir la alcaldía o por no haber contado con la confianza de tu partido para formar parte de las listas a las elecciones al Congreso de los Diputados por Gipuzkoa, lo cierto es que has decidido alejarte de la política y lo haces a nuestro entender de una forma poco elegante, lanzando acusaciones contra el grupo político que ha ganado las elecciones y que legítimamente ha asumido las labores de gobierno. Cien días de gobierno en los cuales apenas has asistido en un par de ocasiones al Ayuntamiento han sido suficientes para acusar solemnemente a Bidu de no tener proyectos, sueños, ni ambiciones y no importarle Tolosa. Estas acusaciones, viniendo de un ex-alcalde, muestran poca altura de miras y resentimiento, mucho resentimiento.
Hubiese sido mucho más correcto y mucho más digno por tu parte, que por encima de las diferencias políticas hubieses ofrecido humildemente tu disposición a colaborar, aunque fuera desde la oposición y como un político de a pié, pero no ha sido así. Has preferido marchar dando lecciones de lo bien que has sabido hacer las cosas, pero se te ha olvidado mencionar que el Ayuntamiento que tú has gobernado arrastra una escandalosa deuda de 26 millones de euros. Dices marcharte preocupado, pero más razón tienen para estar preocupados los que se quedan, teniendo que responder a la delicada situación de crisis que padecemos.
Entendemos que no es un buen ejemplo para las generaciones jóvenes trasmitirles la idea de que la política puede resultar apasionante, tal como has repetido insistentemente, mientras se está «arriba», pero se abandona cuando cuando se pierde el puesto. Jokin, las escaleras están hechas para los dos sentidos: se sube y se baja. Los políticos deberíamos saber también, bajar con dignidad y elegancia, y no a trompicones, descalificando al grupo político que ha ganado las elecciones democráticamente, ¿no te parece?
A pesar de todo, Jokin, aunque desde otro punto de la arena política, te deseamos sinceramente que los dioses te sonrían y que en el nuevo ciclo personal que has abierto se cumplan tus aspiraciones. Agur Jokin, nos encontrarás en la tarea política.