Es, sin duda, el principal referente del conjunto gasteiztarra tras la salida de Tiago Splitter. La última liga conquistada por el Baskonia lleva por bandera su apellido, aunque el alero cántabro no se conforma con eso. Y antes de disputar nada, él sabe mejor que nadie que lo primero es conjuntar un equipo que ha de volver a convertirse en una fortaleza.

¿Cómo pinta el Caja Laboral Baskonia en vísperas del arranque liguero?

Pues pinta bien. La preparación la hemos llevado a buen ritmo, con intensidad, aunque algunos hayamos tardado más en empezar con la concentración.

La cuestión es que para afrontar la temporada debemos trabajar para conseguir la solidez, la conjunción y el ritmo que el equipo necesita para poder ser competitivos después.

Su equipo busca volver a las finales.

Este equipo lo que tiene es hambre de títulos y para ello hay que llegar a esas finales, que es por lo que debemos luchar. Se ha hecho muy duro pasar el año anterior sin poder jugar ninguna final, que es lo que al final genera la ilusión en el equipo. Por eso creo que el equipo está hambriento por llegar a lo máximo y ojalá nos vaya bien en ese sentido.

¿La temporada 2010/11 dejó un sabor agridulce entonces? ¿Incluso tras haber logrado el MVP de la temporada regular?

No fue una mala temporada, pero sí es verdad que un club tan ambicioso como éste, que lucha por estar siempre tan arriba, no se conforma con quedarse cerca de una final, sino que quiere estar en ellas y por eso el sabor de boca que quedó fue algo agridulce, sí. En ese sentido, para esta temporada el equipo quiere volver a dar ese pasito más que nos faltó el año pasado, y por eso no importa tanto el galardón individual sino del club.

Con tantos cambios no parece que les resulte fácil estar arriba desde el principio.

Bueno, por un lado la filosofía de este club es la de cambiar si tiene buenas ofertas por sus jugadores. Por otro lado, no es la primera vez que el equipo tiene que volver a reconstruirse de una temporada a otra, y los resultados han acompañado en otras ocasiones.

Además, entre los nuevos que han venido está un jugador como Pablo Prigioni que ya conoce el club, los sistemas de Dusko y demás, y por ese lado es más fácil el trabajo de adaptación, sobre todo para gente como Heurtel, que es joven y con futuro.

¿Qué características le ve a este nuevo Caja Laboral Baskonia?

Parece que se ve como más equipo, más sólido, sobre todo atrás. Es además un equipo completo, con mucha variedad tanto en exteriores como en interiores. hay gente tiradora como Reggie Williams, aleros altos como Nemanja Bjelica, especialistas en defensa como Ribas u Oleson.

En el juego interior, tenemos gente muy móvil como Seraphin, Milko y Mirza. Gente como Dorsey nos dará, además, mucha intimidación, rebote, o buenos bloqueos, que a veces se echaron en falta el año pasado. Un juego de características muy físicas que creo que, si defendemos bien, nos ayudará a poder jugar rápido, en transición y con efectividad.

¿También ve que se haya podido recuperar el carácter supuestamente perdido?

Ganar siempre es muy difícil, pero sí creo que el equipo tiene la mentalidad de luchar hasta el final. Como he dicho antes, el equipo es ambicioso porque tiene hambre de títulos y de finales. Ahí es donde deberemos demostrar ese carácter que tanta falta nos hará.

¿En su caso, preparado para un rol preponderante?

Hay que estar preparado para todo. En la selección española he tenido el rol de salir desde el banquillo y aportar intensidad desde ahí, mientras que en el Baskonia parece que tendré más protagonismo. Sin embargo, lo que sí creo es que la clave de este equipo será el propio bloque; es decir, la solidez es lo que debemos perseguir para conseguir nuestros objetivos. A. G.