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Caminando por la senda abierta

Los hombres de negro tiran de la veteranía en una temporada donde se estrenarán en la Euroliga y deberán administrar los esfuerzos.

Arnaitz GORRITI

Los play offs de la temporada 2010/11 será inolvidables en el seno de Bizkaia Bilbao Basket. Después de mucho sufrir durante la temporada regular, los de Fotis Katsikaris encontraron un camino que nadie esperaba: el que los llevaría no sólo a la final, sino a la Euroliga.

Pero junio de 2011 cada vez queda más lejos. Aquellas ilusiones creadas a la sombra del «efecto Miribilla» ya no son más que preciosos recuerdos, aquellos partidos ante Valencia Basket, Real Madrid y Barcelona, donde el público luchó casi tanto como sus jugadores.

Ahora toca lo más complicado, que es refrendar aquello. Si en los pasados play offs los hombres de negro abrieron una senda de colores dorados, ahora toca caminar por ella.

La meta es aún más apetecible, pero el camino resultará muy tortuoso. Después de una temporada echando de menos el jugar un partido entre semana, el conjunto y el público bilbaino se va a empachar, con un primer tramo de auténtico vértigo, con rivales como el Fenerbahçe, el Olympiacos o el mismísimo Caja Laboral Baskonia, a la vuelta de la esquina. Quizá por eso Fotis Katsikaris ha sobrecargado la pretemporada de sus hombres de negro, tratando de conjuntar por la vía rápida a un equipo que luego no tendrá tiempo material para corregir cualquier desviación en su andadura, y que deberá apañárselas para mantener intacto su físico en los momentos clave.

Un respeto a las canas

Con la borrachera de alegría de la pasada final de la Liga ACB -aún incluso en la derrota contra el Barcelona-, el club bilbaino vislumbraba con claridad sus pasos a dar. En primer lugar, amarrar a gente como Jackson o Mumbrú, y en segundo término, apuntalar el conjunto con gente con experiencia.

«De no haber jugado Euroliga esta temporada, quizá hubiéramos intentado refrescar, rejuvenecer la plantilla», reconocía el propio fotis Katsikaris, que sin embargo se mostraba muy contento con los fichajes realizados. Un base cerebral como Raül López -que afronta la parte final de su lesión- será el contrapunto de Jackson cuando los ímpetus de éste no basten, y que además liberará a Josh Fisher de tareas organizadoras para centrarse en exclusiva en apretar en defensa y aportar mediante lanzamientos por balones doblados. Roger Grimau ofrecerá parecidas prestaciones físicas y defensivas que Chris Warren, pero no precisará ni tener tanto balón ni tantos minutos de juego para poder aportar, sobre todo en ataque, donde combinará bonitas penetraciones y feos lanzamientos lejanos.

Por último, D'Or Fischer se presenta como un jugador casi diferencial para este Bizkaia Bilbao Basket, que sigue con su caladero del Real Madrid. El pívot estadounidense ha de ofrecer la intimidación y la capacidad reboteadora que se le presupone, pero ante todo lo que debe ofrecer es mayor regularidad que la ofrecida por Hernández-Sonseca, sobre todo en defensa.

Los tres jugadores tienen sobrada experiencia en Euroliga, un valor añadido para un torneo donde los carnés de identidad pesan lo suyo, a la hora de hacer decantar los arbitrajes en momentos puntuales sin tiempo de reacción.

Cabe destacar asimismo que hombres como Banic o Mumbrú han podido descansar este verano, ya que no han acudido al Eurobasket de Lituania -el alero, que el miércoles recibía la Medalla al Mérito Deportivo concedida por el Consejo Superior de Deportes, decidía dejar la selección hispana-, cosa que Katsikaris agradecerá. En su debe, la lesión de rodilla de Axel Hervelle, fundamental en los pasados play offs. Su sustituto, Michalis Kakiouzis, también caía por una lesión muscular. Así pues, será Oliver Stevic, ala-pívot de 2,04 metros y 27 años, procedente del EWE Oldenburg de la Bundesliga, quien supla al belga mientras se recupera.

 

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