Un guión inédito del genial Tati animado por Sylvain Chomet en «El ilusionista»
«L'illusionniste» ganó el pasado año en la categoría de Mejor Película de Animación los premios del Cine Europeo y los premios César del cine francés. En cambio, tanto en los Óscar, como en los Globos de Oro o los Annie, no pasó de ser nominada. Tales reconocimientos en el viejo continente son indicativos de una diferente sensibilidad para los dibujos animados, entendidos desde la emoción intimista y no desde la espectacularidad o la acción en imagen digital 3D.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Sylvain Chomet estaba predestinado a hacer la versión animada del cine de Tati, que como es sabido se basa en el gag visual y renuncia a la palabra. El dibujante convertido en cineasta, al igual que el recordado Jacques Tati, es un observador nato que cuida el detalle y estudia el movimiento corporal. Los contactos con la familia Tatischeff, apellido completo de Tati, empezaron a raíz de la preparación de su ópera prima «Bienvenidos a Belleville». Chomet necesitaba permiso para utilizar escenas del clásico de 1949 «Jour de fête», aquellas en las que el propio Tati montaba en bicicleta en su papel de cartero rural.
Cuando hace cinco años Chomet debuta en la imagen real dentro del filme colectivo «Paris je t'aime», se decanta por el humor mudo, inspirándose de nuevo en Tati. El fortalecimiento de esa estrecha relación artística le lleva a convertirse en el depositario de un guión inédito que Jacques Tati nunca pudo realizar.
Por tierras escocesas
«L'illusionniste» iba a ser una película de Tati coprotagonizada junto a su hija, concebida como un regalo paterno para recompensar a la pequeña del distanciamiento con el artista. Tati se tenía que convertir en el mago Tatischeff, pero un accidente en una mano le impidió realizar los trucos de magia, que siempre quiso hacerlos en directo y sin montaje alguno. La acción se enmarcaba en una gira con destino a Praga, localización que Chomet a sustituido por Edimburgo.
Los bucólicos paisajes escoceses le permiten a Chomet encontrar unos fondos más adecuados para su emotiva historia, en un estilo intimista cercano al que exhibe el maestro japonés Hayao Miyazaki en su más reciente etapa. Las panorámicas de los escenarios rurales y urbanos, con la vista de Edimburgo presidida por el castillo, enmarcan poéticamente el sentimiento de la perdida de la inocencia. El clímax melodramático llega cuando el mago Tatischeff se despide de la huérfana escocesa, que tuvo ocasionalmente bajo su cuidado, con una nota que dice textualmente: «Los magos no existen». Es mejor que no te pille sin un pañuelo a mano.
Título Original: «L'illusionniste».
Dirección: Sylvain Chomet.
Guión: Jacques Tati y Sylvain Chomet.
Producción: Sally Chomet.
Música: Sylvain Chomet y The Britoons.
Montaje: Sylvain Chomet.
País: Estado francés, 2010.
Duración: 80 minutos.
Dirección: Antonio Hernández.
Guión: Pau Vergara, sobre el cómic de Víctor Mora.
Producción: Pau Vergara.
Intérpretes: Sergio Peris-Mencheta, Natasha Yarovenko, Manuel Martínez, Adrián Lamana, Gary Piquer, Asier Etxeandia, Jennifer Rope.
Fotografía: Javier Salmones.
Música: Luis Ivars.
Montaje: Iván Aledo.
Dirección Artística: Félix Murcia.
País: Estado español, 2011.
Duración: 106 minutos.
Género: Aventuras.
El dibujante Sylvain Chomet optó por la animación tradicional para debutar en el cine con su corto «La vieille dame et les pigeons», una artesanal realización de 1997 que tenía alma de comedia negra y le sirvió para familiarizarse con los premios internacionales. Multipremiada fue también su ópera prima de 2003 «Les triplettes de Beleville» («Bienvenidos a Beleville»). En ella el ciclismo retro daba paso a una intriga transoceánica ambientada en el mundo del music hall. Tres años después participaba en el largometraje colectivo «Paris, je t'aime», con el episodio mudo dedicado a la Tour Eiffel. Sigue siendo su primera y única experiencia con imagen real. M. I.
