Glenn Ficarra y John Requa han tenido que pagar un peaje en Hollywood por su osadía e independencia, después del boicot al que fue sometido por parte de la industria su valiente ópera prima «Phillip Morris ¡te quiero!», historia de amor homosexual protagonizada por unos comprometidos Jim Carrey y Ewan McGregor, que también se jugaron su carrera. Para recuperarse de tan duro revés económico, se han visto obligados a aceptar el encargo de dirigir la comedia romántica «Crazy, Stupid, Love».

Sabido es que la pareja de cineastas son, antes que nada, guionistas y que su fama de irreverentes se debe al libreto de «Bad Santa» que escribieron para Terry Zwigoff, así como el remake de «Bad News Bears» para Richard Linklater. Sin embargo, esta vez han tenido que poner en escena un guión ajeno, escrito por el cotizado Dan Fogelman, que viene de trabajar con Pixar.

El guión en cuestión fue concebido como vehículo de lucimiento personal para el actor cómico Steve Carell, quien produce además la película. Es un papel hecho a su medida, el de un hombre de mediana edad que sólo ha conocido a una mujer desde la época del instituto, la que se ha convertido en su esposa. Todo su mundo se viene abajo cuando ésta le confiesa una infidelidad y, acto seguido, le pide el divorcio.

Como en tantas comedias recientes, el protagonista debe aprender a seducir al sexo opuesto, ya que no dispone de experiencia alguna en la materia. Para ello necesita un rejuvenecimiento radical, acompañado de un cambio de estilo y una actitud más informal. De todo ese proceso de aprendizaje se encarga un play-boy al que presta su físico Ryan Gosling.

Por el contrario, lejos de transformarse en un ligón, el separado madurará y concentrará sus esfuerzos en recuperar a la mujer de su vida. La anécdota central se engrosa, hasta el punto de que «Crazy, Stupid, Love» dura dos horas, con las de los personajes del entorno familiar y de los conocidos, adquiriendo un muy buen tono coral gracias a estupendas interpretaciones servidas a ritmo de vodevíl de cara a la resolución de la cinta.