«Intruders» nace de la mayor inclinación de Fresnadillo hacia el género fantástico
M. I.I | DONOSTIA
Juan Carlos Fresnadillo deja claro que puede ser un buen ilustrador de pesadillas en «Intruders», un thriller sicológico de tenso ambiente familiar que maneja con soltura distintos espacios y tiempos para desarrollar un relato terrorífico sobre la naturaleza hereditaria del miedo, que se transmite de generación en generación.
El guión es de Jaime Marques y Nicolás Casariego, quien ha escrito la novela basada en la película con el título de «Carahueca». Podría ser ésta la base para una franquicia protagonizada por el monstruo en cuestión, siempre y cuando interesara a algún estudio de Hollywood. El nombre le viene de que no tiene rostro, siendo uno de esos seres imaginarios que surgen de los miedos infantiles y acaban materializándose de forma angustiosa.
Clive Owen debe sacar en su interpretación el niño asustado que lleva dentro, y que resurge al ser padre e intentar comprender las alucinaciones de su hija. La religión no pudo darle una solución en el pasado a su problema, y tampoco parece que la ciencia pueda solucionar ahora el extraño caso de posesión que ameneza a su hogar.