José Luis Mendilibar ya lo dejó entrever en una de sus comparecencias semanales -«llevo a los que considero mejor entrenan durante la semana»-, pero Lekic no pareció darse por aludido. En el haber del serbio está, aunque no le guste al técnico vizcaino cómo trabaja en Tajonar, su capacidad anotadora.

Fue el máximo goleador en la pretemporada -marcó frente al Eibar, Racing, Chievo Verona y Varese- y no desaprovecha cualquier amistoso para volver a reivindicarse con su acierto. En Zarautz volvió a demostrarlo, como ya lo hiciese anteriormente en Lakuntza contra el Numancia soriano.

«No me explico nada, pero creo que tenemos tiempo en esta temporada y espero tener más minutos en los próximos partidos», manifestó el balcánico tras la sesión matinal de ayer. Eso sí, matizando que «tengo que trabajar un poco más en lo táctico, pero tengo ganas de demostrar todo esto».

Podría ser una de las cartas que guarde bajo su manga el de Zaldibar de cara al derbi de San Mamés, aunque la lógica más bien apunte a reforzar el medio campo y buscar un hombre multiusos, caso de Raúl García haciendo de enganche, con un matador en punta, que sería un Nino que ya ha jugado en varias posiciones esta temporada.

Lekic prefirió no cargar tintas sobre su entrenador, si bien se mostró dolido por el hecho de que no tenga premio su eficacia. «Antes que no metía goles, me faltaban goles, y ahora que los meto, no sé qué me falta. Esto jode mucho, ya veremos», se limitó a contestar el ariete por el que el verano pasado Osasuna pagó más de dos millones de euros al Estrella Roja.

Relación en el césped

El delantero balcánico desveló algunos aspectos de su relación diaria con Mendilibar, correcta y centrada en lo exclusivamente deportivo. «En el campo me ha dicho lo que tengo que hacer y cómo tengo que moverme, pero no hablamos nada después del entrenamiento», indicó.

Lekic rememoró uno de sus mejores momentos desde que recaló en Iruñea. «Con el gol contra el Sevilla fui feliz y me preparé para esta temporada. Estoy bien en pretemporada, los delanteros necesitamos meter goles y meto goles, pero ahora no sé. El míster es al final quien decide si juego o no», asumió con profesionalidad.

Lejos de estar hundido por su situación, destacó que anímicamente se encuentra «bien», entre otras razones por la confianza que le han insuflado sus últimas dianas, una seguridad que comentó mantiene «para lo que viene», en el sentido de que debe «tener más paciencia para disponer de más minutos». De momento, Mendilibar está apostando por la dupla Sola-Nino, mientras que tanto Lekic como Ibrahima se reparten minutos en los últimos tramos.