Raimundo Fitero
Equilibristas
No lo encajan. No tienen cintura. Son incapaces de ver lo que sucede ante sus narices. Son equilibristas borrachos, totalmente en coma político. No quieren comprender que existen guiones, hojas de ruta, pasos para llegar a algún lugar, y que se acaban de dar las condiciones idóneas para que florezcan todas las esperanzas. Las televisiones, han ido cediendo en su frontalidad, pero los tertulianos han ido emborrachándose de sus ideas tóxicas, de sus incapacidades para observar, analizar y opinar con todas las reservas, pero sin necesidad de repetir sus alucinaciones.
La verdad es que algunos dan un poco de pena. Los tertulianos son buscadores de soldadas extras para poder asegurarse un provenir, y no pueden hacer más equilibrios. Ahora que llega la luz, o te escondes o quedas bajo el foco. Y no saben qué va a pasar, no se hacen a la idea que un día se levantarán y no podrán seguir difamando, insultando, criminalizando a una parte de la sociedad vasca con impunidad. Han tenido un monotema que les daba réditos contractuales y hasta votos. Pero en estos momentos se ha movido el suelo bajo sus pies, han desaparecido algunas piezas del puzzle que estaban descifrando y no tienen las coordenadas de lo que viene. Incluso no tienen ni intención de aceptar los cambios. Por eso insultan, agreden, se ponen violentos.
Dan pena, mucha pena, cuando descalifican a las personalidades que estuvieron en Donostia. Cuando se mira la foto y se ve que está hasta un ex ministro de interior francés, y se escucha a Ramón Jáuregui, uno comprende como este señorito melifluo que tanto sabe de la guerra sucia es un cadáver político que huele muy mal. Un estorbo, un espectro. Y precisamente gente como él deberían estar ahora discutiendo, hablando, debatiendo sobre las «consecuencias del conflicto». Pero no, dice que no se siente concernido. Eso es. Cuando hay una solución mínimamente democrática y consensuada, él, y lo que representa, no se sienten concernidos. No tienen sentido histórico.
Seguimos esperando acontecimientos. La Tele y la Paz. La Tele y el Mañana. Quizás sea exagerado lo de Nueva Era, pero algo está pasando y no todos nos lo cuentan correctamente.