Sin tregua en la represión de las protestas en Yemen, que recibe la condena de la ONU
GARA |
Las tropas del presidente yemení, Ali Abdallah Saleh, que parece más decidido que nunca a mantenerse en el poder, reprimieron ayer de nuevo a los manifestantes de Sanaa, dejando un saldo de siete muertos, lo que provocó la condena de la ONU.
Soldados leales a Saleh, contestado en las calles desde hace nueve meses, y civiles armados dispararon contra los miles de jóvenes cuando entraron en el sector de la capital controlado por las tropas del régimen, matando a siete personas e hiriendo a varias decenas. Desde el sábado, cuando se produjo un recrudecimiento de la represión, han muerto 34 personas.
«Continuaremos con nuestras protestas, el mundo debe saber que nuestro movimiento es pacífico y el Consejo de Seguridad de la ONU debe adoptar una resolución contra los criminales de guerra en Yemen», señaló a AFP uno de los líderes del Movimiento de Jóvenes de la Revolución, Hashem al-Ibara.
En un mensaje al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, la activista yemení y premio Nobel de la Paz, Tawakkul Karman, dijo que es «imperativo» que la comunidad internacional adopte «medidas inmediatas y firmes». Además, criticó a la Liga Árabe por discutir sobre Siria y no sobre Yemen.
El portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville, condenó «enérgicamente» la sangrienta represión de estos días, el «excesivo» uso de la fuerza por parte de las tropas leales a Saleh y su «absoluta impunidad». Advirtió de que cualquier acuerdo para el traspaso del poder no debería incluir la amnistía para su presidente, cuyas fuerzas de seguridad están acusadas de matar a manifestantes pacíficos que piden su caída.