Ayer fue día de valoraciones para muchos de quienes compartieron jornada con los líderes internacionales en la Casa de la Paz. Además de la izquierda abertzale y el PNV, la satisfacción era generalizada también en los representantes de EA, Aralar, AB o Ezker Anitza, que con diferentes matices se muestran seguros de que la Declaración de Aiete va a desencadenar nuevos movimientos.

La Diputación de Gipuzkoa -anfitriona del acto junto al Consistorio de Donostia- también se mostró feliz. Su portavoz, Larraitz Ugarte, destacó el valor de la aportación «para solucionar el conflicto en sus términos armados y políticos».

Ugarte opinó que con los cinco puntos se ha aceptado que «el conflicto tiene un origen político, que evidentemente tiene una expresión armada que ha generado una serie de consecuencias, pero que existe un conflicto político y que es con los estados español y francés, no sólo con el primero», lo que también resulta, a su juicio, «de suma importancia».

EA y Aralar

En cuanto a los partidos, el secretario general de EA, Pello Urizar, consideró que la Declaración es una plataforma idónea para que tanto ETA como los estados tomen iniciativas. Contrariamente a la lectura hecha por PP y PSOE, Urizar consideró que «si a alguien le ha venido bien» la Conferencia «es al Gobierno español», al que pidió «valentía y arriesgarse» dado que «será imposible encontrar mejor coartada que la opinión de expertos de la talla de Kofi Annan para decidirse a soltar el nudo del conflicto político vasco».

Siguiendo la hoja de ruta de la Declaración de Aiete, Urizar se dirigió primero a ETA para pedirle que «responda cuanto antes» porque «no hay mejor momento que éste» para dar el paso del cese definitivo que se le reclama.

En su repaso de la histórica sesión del Palacio de Aiete, Urizar extrajo como conclusión principal que «merece la pena arriesgarse por la paz, por cerrar definitivamente la puerta al conflicto. A su juicio, la sociedad vasca es consciente de que «estamos tocando la paz con la punta de los dedos» y «no perdonará a quien insista en dejar pasar la oportunidad».

En cuanto a la normalización política, citada en el cuarto punto del texto leído por Bertie Ahern, Pello Urizar consideró que «habrá llegado cuando el marco jurídico-político sea el que la sociedad vasca ha decidido mediante el diálogo y el acuerdo de sus legítimos representantes políticos, sin vetos ni exclusiones».

Aralar, representada en la sesión del lunes por Rebeka Ubera, también compareció ayer para subrayar su «plena adhesión» y «completo apoyo» a las conclusiones de la Conferencia, que aprecian como «un paso cualitativo e irreversible».

En una declaración política leída en rueda de prensa por Patxi Zabaleta, en castellano, y por Rebeka Ubera, en euskara, Aralar indica que la Declaración da paso a «un estadio diferente» en el que su partido quiere «avanzar hacia la paz permanente». Al expresar su apoyo a las conclusiones, Aralar se une a los requerimientos de los seis líderes mundiales «a la organización ETA y a los gobiernos de España y Francia», de quienes dijo que «deben abrir el camino al diálogo para resolver las consecuencias de este contencioso de origen político».

AB y Arana

En cuanto a Abertzaleen Batasuna, Jakes Borthairu, participante en la Conferencia, destacó a la salida la presencia de representantes de casi todo el arco político así como la de el ex ministro del PS Pierre Joxe. Otro de los portavoces habituales de AB, Andde Sainte-Marie, planteó ayer la posibilidad de que, la iniciativa pueda «tener una prolongación adecuada en Ipar Euskal Herria en torno a una mesa» que aborde temas como el del futuro institucional de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa, la oficialización del euskara y la situación de presos y refugiados.

El parlamentario de EB, Mikel Arana, que también estuvo en Aiete, confió por su parte en que la Declaración sea «antesala del definitivo final de ETA» y deseó que el Gobierno del PSOE «será capaz de actuar con responsabilidad los días que le quedan».