«El ritmo de juego del Athletic es mucho más alto que el del Salzburg»
Jugador del Wacker Innsbruck
Llodio, Amorebieta, su Amurrio natal (1978), fueron sus inicios como futbolista desde 1996. Murcia, Lorca, Valladolid -donde estuvo tres temporadas y debutó en Primera de la mano de Mendilibar- y vuelta a Murcia, para la temporada pasada fichar por el Wacker Innsbruck austríaco. Es el bagaje de este fornido central que nos desvela el juego del Salzburg, próximo rival europeo del Athletic.
Joseba VIVANCO
¿Cómo fue su empate con el Salzburg durante el pasado fin de semana?
Los primeros minutos salieron a presionar arriba y nos crearon algún problema por medio de Leonardo, que esta vez jugó por dentro. Luego, tuvimos la suerte de que Carlos Merino acertó en un lanzamineto de falta. El Salzburg lo acusó y se pusieron nerviosos. En una jugada aislada, Wallner, que es un delantero centro al estilo Nino, el de Osasuna, nos empató. En la segunda parte nos quedamos con un hombre menos y aún así, y a pesar de tener ellos más la pelota, sólo tuvieron una ocasion en un córner que lo remató su delantero Mayerhofer, que mide 2,02, pero nosotros tuvimos dos mano a mano con el portero.
¿Con qué equipo se va a encontrar el Athletic este jueves?
Diferente al que se enfrentó a nosotros. No creo que presione tan arriba; esperará al rival. Es mi impresión. Intentará tratar bien la pelota a pesar de que juegue su delantero Mayerhofer. Pero el balón largo creo que será su solución si el Athletic les presiona arriba.
¿Cuáles son sus puntos fuertes?
La estrategia con su alto delantero y también con su central o mediocentro Schiemer. También hay que tener cuidado con los saques de banda del lateral derecho, que son como córners. Y luego, el talento de Leonardo, un jugador muy desequilibrante, de características similares, y siempre salvando las distancias, de Robben, el del Bayern.
¿Y sus puntos débiles?
Que es un equipo que carece de gente de sacrificio, sobre todo en la parte de arriba. El ritmo de juego del Athletic es mucho más alto que el de ellos. Lo que en el fútbol se conoce como segunda jugada o rechace es el punto débil de ellos.
Ésta es su segunda temporada en el fútbol austríaco. ¿Qué tal le va esta campaña?
Comencé muy bien, contento, con fuerza. Pero la muerte de un amigo de Valladolid me ha tenido un tiempo un tanto tocado. Eso, unido a que la situación del equipo no fue todo lo buena que hubiéramos deseado... Afortunadamente, con la ayuda de la gente vamos para arriba poco a poco. Llevamos 4 de 6 puntos y hemos pasado la eliminatoria de Copa. El objetivo más optimista debe ser quedar quintos, porque superar al grupeto de Austria Wien, Rapid, Sturm Graz y Salzburg, a largo plazo es más que complicado.
¿Qué balance hace de esta experiencia austríaca?
Fantástica. He conocido otra manera de trabajar, otra forma de vivir el fútbol, otra forma de ver el fútbol, aunque a veces eche de menos el nivel competitivo de la Liga española. Y a nivel cotidiano, encantado. Tirol es precioso, la gente maravillosa y la experiencia gratificante. El idioma sí es una barrera. El primer día no puedes comprar ni el pan y a día de hoy me manejo más o menos. Es una sensación de recompensa. Te reconforta saber que el estudiar un idioma tiene su productividad.
¿Y regresar, piensa en ello?
Volver, a día de hoy, no me lo planteo. Quiero vivir el día a día, quiero seguir aprendiendo el idioma, quiero hacerme un nombre en el futbol austríaco. Evidentemente, sé que me estoy perdiendo el ver crecer a mis sobrinos, pierdo el estar con aita y ama, reuniones de primos... Pero la vida tiene un sacrificio y un riesgo que a veces hay que tomar.
¿Animaría a otros futbolistas a probar en el extranjero?
Yo no salí por motivos económicos. De hecho, me fui del Murcia perdiendo muchísimo dinero. Perdoné dos años de contrato. Yo me fui buscando experiencia, la suerte. Yo no animo a nadie, porque no es fácil vivir en un país con otra lengua, otra cultura. En mi caso estoy solo y hay días en que uno se los pasa llorando. Pero a la larga, he acertado. Vine buscando experiencia y he encontrado la felicidad en un porcentaje muy grande.