Si en los días y horas previos a la Conferencia Internacional de Donostia, celebrada anteayer, pudimos leer auténticas barbaridades en torno a la personalidades que asistieron a lamisma, ayer los medios de la derechona no nos sorprendieron y aumentaron el calibre de sus despropósitos a la par que el ridículo fuera de sus fronteras.

«El Mundo» titulaba en primera página «El festival de San Sebastián», pretendiendo ridiculizar a los participantes en la Conferencia, a quienes denominaba «pregoneros de ETA», y en información interior llegaba subtitular que la Conferencia «no exige a ETA el cese de la violencia y asume su terminología y una hoja de ruta similar». Y en su editorial motraba su talante democrático, orgánico, claro: «Es incomprensible que el Ejecutivo de un país democrático, donde rige el Estado de Derecho, haya consentido celebrar en su territorio semejante Conferencia de paz, en la que sus protagonistas le instan a dar una solución ilegal, extraconstitucional a lo que denominan `última confrontación armada en Europa'». Servidora no entra a valorar si es legal y extraconstitucional, pero puede asegurar que propone el diálogo entre todos; ahora bien, como no es del gusto de «El Mundo», debía haber sido prohibida. Y si es preciso, empapelar a Kofi Annan y compañía.

«Abc», a considerable distancia, y no sólo geográfica, de sus hermanos vascos de Vocento, titulaba en primera «Al servicio de ETA» sobre la imagen de Kofi Annan y otros líderes internacionales. En el editorial, tras tergiversar todo lo tergiversable, afirmaba que en la declaración «la palabra `justicia', aplicada a los terroristas, no aparece una sola vez, pero sí se habla de `todas las víctimas', como si hubiera más que las causadas por ETA y para las que propone `reconocer el dolor causado', sin señalar a los causantes». Claro, lo que «Abc» no ve ni quiere que se vea no existe y, así, no hay nada que reconocer.

También «La Razón» usaba el símil cinematográfico en su portada para referirse a la comitiva internacional que «llega en coches de alta gama»: «Como estrellas de Hollywood». Editorializaba, lógicamente, con el tema del día y afirmaba que, «como ha revelado en reiteradas ocasiones «La Razón»», cómo no, la Conferencia «ha respaldado la hoja de ruta de ETA y ha humillado a las víctimas». Algunos no saben qué es un argumento, ni lo necesitan.