El líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Ocalan, encarcelado en la isla-prisión de Imrali, emplazó al Gobierno turco a «abrir la puerta» al diálogo con los rebeldes kurdos. «En esta fase, la llave está en manos de las autoridades estatales, no en las nuestras. Las negociaciones continuarán y todo podría cambiar si abren la puerta», subrayó Ocalan en su primer mensaje en meses. Coincidiendo con su declaración, ocho personas -cinco policías y tres civiles- fallecieron ayer al explotar una mina activada por control remoto en una aldea cerca de Guroymak, en la provincia kurda de Bitlis. Las autoridades atribuyeron la explosión al PKK.