Imanol Intziarte Periodista
Un lanzallamas para frenar la quema
La que ha liado Jesús Eguiguren. Se le han echado al cuello casi todos sus compañeros de partido, tanto los de aquí como los de allende el Ebro. El que esto suscribe no tiene «fuentes cercanas» a nada, lo cual no quita para que se atreva a exponer su propia percepción del asunto. Al fin y al cabo, las tertulias y las columnas de opinión están repletas de recogedores de rábanos por las hojas.
Al tema. En el PSE no querían ir a la Conferencia de Aiete ni de coña. Lo dijo el lehendakari y lo dijo Arriola. Pero hete aquí que posteriormente Eguiguren, que sabía lo que se cocía, defendió que había que ir y que si no lo hacían como partido lo haría él a título individual. Ante esa tesitura, el partido pensó que era mejor atarle en corto y, reculando, decidió acudir con sus propias siglas con Totorika como «carabina», no fuera a ser que el de Aizarnazabal se desmandase.
Llegó la Conferencia, la declaración redactada por Kofi Annan y compañía -que por mucho que se les insulte siguen siendo gente con poder y buenos contactos- y la comparecencia de una izquierda abertzale que declara lo que llevaban décadas exigiéndole que declarase. Todo esto, que entraba dentro de las previsiones de cualquiera que siga mínimamente la política vasca, le pilla al lehendakari de gira en Estados Unidos tecleando su iPhone.
Y Eguiguren ve que el país se les va de las manos y que no sólo se van a llevar un hostión electoral de agárrate y no te menees, sino que además la mayoría de la sociedad vasca suscribe todos los puntos de la Declaración de Aiete, no sólo el primero, y está cansada de que le sigan toreando, faltando al respeto y hundiéndola económicamente. Harto de que no le hagan caso, Eguiguren se pega la gran rajada contra López y en defensa del lehendakari sale hasta Felipe González diciendo que «nadie se achicharró más que nosotros con las demás fuerzas democráticas». El verbo elegido, por cierto, es bastante desafortunado y huele a hiel en boca del ex presidente español. No sé por qué, pero cuando leí sus palabras me vino a la cabeza la canción de Kortatu «Hotel Monbar».