Tras la histórica declaración de ETA
Rubalcaba y López lo dejan todo en manos del próximo gobierno estatal
El PSOE no muestra intención de mover ficha tras el cese definitivo de la lucha armada decretado por ETA. Lo indicó ayer primero su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, que incidió en que será el próximo gobierno estatal el que tome decisiones «consensuadas», con lo que corrigió al consejero de Interior de Lakua, Rodofo Ares, que había hablado de «acercamiento progresivo de presos». Luego fue Patxi López el que recalcó al PNV que «no habrá urgencias inapropiadas».
R.S. | DONOSTIA
El lehendakari, Patxi López, ha abierto una ronda de contactos con los partidos cuya finalidad no desveló a la precipitada vuelta de su viaje a Estados Unidos. Ayer, tras la primera reunión que tuvo como invitado al PNV, quedó claro que no está recabando opiniones para adoptar acciones concretas a corto plazo. Ni siquiera las que dijo en el Pleno de Política General que estaba dispuesto a emprender si se llegaba a este escenario.
En una nota posterior, López reivindicó su plan, para añadir acto seguido que «es una tarea que debemos acometer sin pausas, pero sin urgencias inapropiadas. La sociedad vasca ha esperado más de 40 años este momento y requiere también tiempo para comprobar que la desaparición de la violencia es esta vez real y definitiva».
Junto a ello, el inquilino de Ajuria Enea deja claro que las decisiones en realidad no se tomarán en Gasteiz, sino en Madrid. López promete que «me esforzaré en propiciar puntos de acuerdo con las fuerzas sociales y políticas», pero precisa que «el contexto electoral en que se encuentra la política española añade dificultades para adoptar en estos momentos decisiones que requieren criterios compartidos». Y después dice que Ajuria Enea «colaborará con el gobierno central que surja de las siguientes elecciones para resolver los problemas que el terrorismo ha generado, y en especial el tratamiento resocializador de los presos, en la medi- da en que éstos manifiesten su voluntad de integrarse en la democracia y la legalidad».
La misma contradicción sobre el ámbito de toma de decisiones en política penitenciaria apareció por la mañana en las declaraciones del consejero del Interior, Rodolfo Ares, y el líder del PSOE y candidato a La Moncloa, Alfredo Pérez Rubalcaba. Ares afirmó primero en una entrevista en Punto Radio que tras la decisión de ETA «habrá una política progresiva de acercamiento» de presos. Sin embargo, unos minutos después Rubalcaba indicaba en TVE que no habrá decisión alguna antes del 20-N y la circunscribió siempre al ámbito estatal.
«De aquí al 20-N hay que mantener la política antiterrorista -dijo Rubalcaba-, y a partir del 20, reflexionar tranquilamente el conjunto de partidos sobre qué énfasis y qué cambios hay que hacer».
A todo esto, es evidente que el Gobierno español podría acercar y excarcelar a presos sólo cumpliendo la legalidad actual. Sobre esto, el ministro del Interior, Antonio Camacho, admitió en la Cadena Ser que la ley prevé beneficios penitenciarios y alegó que «si muchas veces no se han aplicado es a consecuencia de que la propia banda ETA impedía que sus internos accedieran a ellos».
¿Agur jaunak?
En lo que López y Urkullu sí parecen de acuerdo es en una iniciativa de mera salutación de la decisión de ETA. Antes de entrar a la reunión, Urkullu propuso en una emisora hacer actos «corales» y sugirió incluso entonar el «Agur jaunak». A López parece gustarle la idea, ya que dice en su nota que es posible convocar algo público que «permita celebrar la libertad».
El colectivo Voces contra el Terrorismo-Verde Esperanza, del ex dirigente de la AVT Francisco José Alcaraz, ya ha convocado una protesta para el sábado en Madrid. En realidad lo hizo tras la conferencia de Aiete. Mayor Oreja e Iturgaiz acudirán.
El ex alcalde de Donostia y actual asesor de Patxi López, Odón Elorza, apostó ayer en una emisora por revisar la condena contra Arnaldo Otegi y sus compañeros y defendió también que no hay motivos para que Sortu siga sin poderse inscribir legalmente.
Alfred Bosch, candidato de ERC a las elecciones estatales, opinó ayer que el cese de la lucha armada deja «en papel mojado» artículos de la Constitución como el número VIII, que hace referencia al papel del Ejército. «Es una herencia franquista», recordó.
La primera reunión de la ronda de Patxi López sirvió para que el PNV le indicara que el plan que expuso en el Parlamento hace unas semanas está «superado» por la declaración de ETA de cese definitivo de su actividad armada. Iñigo Urkullu, líder del EBB, que acudió solo a la cita, le pidió otra cosa: «Dar continuidad» a la Declaración de Aiete. En otras palabras, que acepten el diálogo con ETA.
Urkullu explicó a la salida que el PNV quiere que se aborden ya aspectos como la derogación de la Ley de Partidos, la revisión de la legislación penal y el fin de la dispersión.
El presidente del EBB entregó a López la misma documentación que el PNV hizo llegar a los participantes en la Conferencia Internacional de Donostia celebrada justo una semana atrás. Y le pidió también que «ante esta nueva oportunidad que se nos abre» se mantengan la «iniciativa, discreción y unidad», ya que «tenemos que ser nosotros los que tomemos la iniciativa y actuar con la misma discreción que ha permitido llegar hasta donde hemos llegado».
Asimismo, apostó por «caminar unidos» para que «las cuatro sensibilidades políticas de este país podamos alumbrar un nuevo tiempo de normalización y concordia», en alusión a PSOE, PP, PNV e izquierda abertzale.
«La prioridad ahora sigue siendo el mantenimiento de las políticas institucionales en favor de las víctimas y este compromiso es previo e independiente de cualquier otro planteamiento», dijo Iñigo Urkullu, que sin embargo acto seguido afirmó también que lo urgente es desactivar las «medidas de excepcionalidad».
Además de la derogación de la Ley de Partidos, el mandatario jelkide citó medidas como la «doctrina Parot», sobre la que hay varios casos pendientes de resolverse en las próximas semanas en el Tribunal Constitucional español.
En general, Iñigo Urkullu consideró que la política carcelaria actual debe sustituirse por otra «flexible» en la que se apliquen los beneficios penitenciarios a los presos vascos al igual que se hace con el resto.
Reveló además Urkullu que estas medidas se las va a plantear también al presidente del Gobierno estatal, Jose Luis Rodríguez Zapatero, «a quien competen todas estas cuestiones», según recordó. Es bien sabido que ambos mantienen una relación fluida. Horas después se conoció que se han citado para mañana mismo en Madrid.
Junto a toda esta batería, el presidente del EBB incluyó otra cuestión, precisando que no se trata de una «exigencia» sino de una «reflexión». Urkullu pidió a López que evalúe «las circunstancias en las que llegó a ser lehendakari y las compare con la situación actual, condicionada por la presencia de la izquierda abertzale que no cuenta con una formación política».
Esta petición solapada de adelanto electoral fue criticada desde PSOE y PP. El diputado Eduardo Madina reprochó al PNV que mezcle las cuestiones relativas a ETA con las demandas electorales. Por su parte, Antonio Basagoiti le acusó de estar dando alas a la izquierda abertzale con sus planteamientos.
El inicio de un diálogo normalizado entre partidos también puede ser realidad en Nafarroa, aunque en esta ocasión el principal partido del Gobierno, UPN, se niegue a liderar cualquier iniciativa. Pero la disposición expresada por el PSN a hablar con todos ha supuesto un inicio de apertura que ayer saludó Bildu y que ha hecho que UPN vuelva a recuperar aquellas consignas de «Navarra no es negociable».
El coportavoz parlamentario Maiorga Ramírez valoró positivamente esa nueva actitud del PSN y auguró que a UPN «no le va a quedar más remedio que sentarse en una mesa con las demás formaciones políticas». Para Bildu, Yolanda Barcina no va a tener margen para «hacer la política del avestruz». También desde Nafarroa Bai se aplaude la actitud tomada por Roberto Jiménez y su equipo. El portavoz parlamentario, Patxi Zabaleta, le dio «la bienvenida al umbral de la racionalidad» y añadió que Nafarroa Bai sigue esperando que Barcina llegue a este punto.
Tanto Bildu como NaBai invitaron a la presidenta navarra a poner en marcha una ronda para valorar la situación, al estilo de lo que ha hecho Patxi López en Gasteiz.
Por su parte, el portavoz parlamentario del PSN, Juan José Lizarbe, confirmaba que su partido opta por el «diálogo sin exclusiones» en el nuevo escenario creado por ETA, dado que lo considera necesario para impulsar «un marco de convivencia». Aseguró, además, que no afectará al pacto de gobierno con UPN.
Sin embargo, el nerviosismo en la formación que lidera Barcina es muy patente. Como prueba, ayer mismo la Ejecutiva de UPN aprobó un acuerdo de cinco puntos cuyo contenido recuerda mucho a la posición que adoptó en 2007 y que cristalizó en la famosa manifestación del mes de marzo en Iruñea junto a toda la derecha española.
Este acuerdo rechaza cualquier mesa de partidos al margen del Parlamento y añade consideraciones como ésta: «Navarra en ningún caso puede ser moneda de cambio para satisfacer los anhelos anexionistas e independentistas de nadie».
Ya por la mañana, el portavoz parlamentario de UPN, Carlos García Adanero, había calificado de «preocupante» el contenido de la declaración de ETA, porque aprecia que ha puesto fin a la lucha armada «por estrategia, no por convencimento ni por arrepentimiento». García Adanero dijo temer que ahora ETA «tutele» la política en Nafarroa. R.S.
El presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, consideró en la Cámara que ahora ETA «debe desarmarse y disolverse» después del cese de la lucha armada, que saludó como «buena noticia» después de «un conflicto prolongado».