El secuestro en Tinduf busca para Abdelaziz minar la causa saharaui
El secuestro de tres cooperantes en los campamentos de refugiados de Tinduf ha supuesto un duro golpe para el Frente Polisario. El ministro saharaui de Exteriores subrayó que con esta acción los auotres buscan «un rescate» y «privar al pueblo del apoyo internacional».
GARA | TINDUF
El ministro de Exteriores del Polisario, Mohamed Salek Uld Salek, afirmó ayer que el secuestro en el campamento de refugiados de Tinduf de los cooperantes Enric Gonyalons, natural de Mallorca pero residente en Bilbo, Ainhoa Fernández de Rincón y Rosella Urru pretende perjudicar la causa saharaui. Aseguró que quienes han planificado y ejecutado «este acto criminal tenían un doble objetivo. El primero es evidente, pedir un rescate. El segundo es más político, se quiere hacer creer que hay inseguridad en los campamentos para dar miedo a los donantes y a los que se ocupan de la ayuda humanitaria».
En ese mismo sentido se pronunció el presidente de la República Arabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz, en una carta enviada al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. En la misiva resalta que el secuestro de «tres amigos del pueblo saharaui busca aterrorizar a los refugiados y a los activistas humanitarios con el fin de privar al pueblo del apoyo internacional». Por ello, pide a la comunidad internacional que «condene este cobarde ataque y que sea solidaria con el pueblo saharaui y el Frente Polisario para poder hacer frente a este tipo de actos terroristas».
Sobre el posible paradero de los secuestrados, Salek indicó que desconocían dónde podían estar aunque, según indicó, tras el ataque se «se marcharon en dirección a la frontera con Mauritania para después dirigirse a Mali. Nuestras fuerzas se han desplegado en estas zonas».
Incidió en que se mantienen a la espera de noticias y que las Fuerzas Armadas del Polisario «trabajan sin descanso en la búsqueda de los terroristas que llevaron a cabo el secuestro» en Rabuni, capital administrativa que acoge la sede del Gobierno saharaui y sus ministerios y así como un centro de recepción.
En un comunicado conjunto, la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo, la Coordinadora de ONG de Euskadi, la ONG Mundubat y la asociación de Amigos de la RASD, donde trabajan Gonyalons y Fernández de Rincón respectivamente, pidieron «prudencia y discreción por la seguridad de los secuestrados». Reiteraron «el compromiso político y social de la ciudadanía vasca con la población saharaui» y su intención de seguir trabajando en Tinduf.
Lo sucedido ha disparado todo tipo de especulaciones que Marruecos ha aprovechado para arremeter contra el Polisario, acusándole de no controlar la seguridad dentro de los campamentos y de mantener lazos con al Qaeda. Para la web informativa Labass, lo ocurrido demuestra que «la opción de un micro Estado administrado por el Polisario constituye una amenaza para la seguridad de la región». La propia embajada de EEUU en Argelia desmintió este extremo en un documento confidencial fechado en diciembre de 2009. En él aseguraba que el Polisario «castiga severamente el tráfico de personas o armas que puedan servir de ayuda terrorista».
Preguntada sobre la reacción marroquí, la delegada del Frente Polisario en la CAV, Fatma Mohamed Salem, denunció que «es muy fácil aprovecharse de una situación así para desprestigiar al Polisario. Si en verdad fuera tan fácil entrar a los campamentos, ¿por qué Marruecos no lo ha hecho todavía? Con el tiempo ya se sabrá quién está detrás de este secuestro». Remarcó que «en los 37 años que llevamos en este inhóspito desierto nunca ha pasado nada, pero ningún país está libre de integristas». A. L.
La delegada del Frente Polisario en la CAV pidió prudencia y no entrar en acusaciones y especulaciones. «Este secuestro es un golpe bastante fuerte para nuestra causa. Es una sorpresa desagradable para todo el pueblo», señaló a este medio.