Aumenta ligeramente el balance oficial de muertos del seísmo en Kurdistán Norte
GARA |
El fuerte seísmo que asoló a la provincia kurda de Van el pasado sábado arrojaba ayer un saldo provisional de 272 muertos y 1.300 personas heridas.
Los servicios de socorro rescataron ayer a una adolescente de 16 años, de nombre Hilal, de entre los escombros de su apartamento en Ercis, una pequeña ciudad de 75.000 habitantes que suma un centenar largo de muertos y donde no ha quedado en pie ninguna construcción de más de tres plantas.
Junto con Ercin, la ciudad de Van (380.000 habitantes) ha sido la más afectada por el terremoto, de 7,3 grados en la escala de Richter.
El centro sismológico de Estambul avanzó el domingo la cifra de entre 500 y 1.000 muertos pero el balance final no parece que vaya a ser tan sangriento, si hacemos caso a los servicios de rescate. «La cifra de heridos que llegan al hospital ha disminuido. El número de muertos podría aumentar, pero no más de unas decenas», afirmó el doctor Niyazi Celik.
El seísmo es el más fuerte desde el que en 1999 se saldó con la muerte de 20.000 personas.
Diputados, alcaldes y cargos electos del BDP kurdo suspendieron sus agendas y se desplazaron a la zona. Criticaron que el Gobierno turco no hubiera llegada a la zona hasta pasadas 24 horas del temblor Uno los líderes del BDP, Gültan Kiçanak, denunció que los trabajos de rescate eran «insuficientes, inadecuados y descoordinados». El alcalde de Van, Bekir Kaya, advirtió de que las cifras reales de muertos son mayores que las transmitidas oficialmente y denunció que la Oficina del Gobernador había rechazado su propuesta de trabajar conjuntamente. Añadió que la gente seguía en las calles, esperando tiendas, agua y comida.
Normas de construcción
Los expertos insisten en que la falta de respeto a las normas de construcción en esta zona explican la profusión de víctimas. Sólo un 9% de las viviendas están preparadas ante los terremotos.