Los blanquiazules quieren romper mañana la racha de seis victorias consecutivas de los viejos rockeros
El milagro del Levante
Con una plantilla que cuesta ocho millones es el líder de Primera en solitario por vez primera en su historia.
Joseba ITURRIA
La Real visita mañana al equipo revelación de la Liga, un Levante que tras su victoria en el campo del Villarreal se colocó el domingo líder en solitario de Primera por vez primera en su historia pese a tener la plantilla más barata de la categoría. Apenas supone ocho millones en un presupuesto de veinte que en buena parte se destina a saldar la deuda concursal de cincuenta.
Es difícil de explicar el éxito del Levante. Parecía que el mérito de la segunda vuelta de la temporada pasada era de su entrenador -Luis García- y de su delantero centro -Caicedo-, pero se han ido y se ha demostrado que la clave de este equipo es un bloque basado en jugadores veteranos que quieren alargar el viaje en Primera iniciado en el último tren que para ellos ha representado la llamada azulgrana. Todos han llegado a Levante tras conocer que no cuentan en sus equipos y saben que a su edad no hay oportunidades que se puedan desaprovechar.
La media de edad de los catorce jugadores que ganaron en Villarreal es de 30,6 años y eso que los dos medios centros titulares son jóvenes: Munúa (33); Javi Venta (35), Ballesteros (36), Nano (31), Juanfran (35); Iborra (23), Xavi Torres (24) -Farinós (33)-; Valdo (30) -Pedro López (27)-, Barkero (32), Juanlu (31); Koné (27) -Aranda (31)-.
De todos ellos Ballesteros es el referente del equipo y casi de un club en el que inició su carrera profesional con 19 años en Segunda B antes de dar el salto a Primera con el Tenerife. Desde 1995 lleva diecisiete temporadas en Primera (14) y Segunda (3) y es el encargado de que el ambiente en el vestuario sea el ideal para obtener resultados.
Además la experiencia que tienen en el fútbol les permite no perder el Norte. Una persona que estaba en el vestuario del Madrigal el domingo contaba ayer a GARA que en lugar de mirar la zona alta tras saberse líderes lo primero que comentaron es que ya sacan quince puntos a la zona de descenso.
Un presidente de 35 años
El Levante tiene la plantilla más veterana de Primera y el presidente más joven, Kiko Catalán, con sólo 35 años. Asumió el máximo puesto de responsabilidad tras ser consejero durante una década por mediación de su padre, que también fue directivo. Lo cogió en Segunda y en las tres temporadas su gestión ha sido inmejorable. Los que conocen las interioridades del club destacan que Catalán ha sabido, pese a su juventud, poner tranquilidad en una entidad convulsa históricamente. De hecho, nació de la fusión de un club republicano y uno de Jesuitas.
Otra de las claves del éxito del Levante es su capacidad para aprovechar las rachas positivas. Empezó con dos empates fuera en Getafe y Santander y, a partir de ahí, ha enlazado una serie de seis victorias consecutivas ante Real Madrid (1-0), Rayo Vallecano (1-2), Espanyol (3-1), Betis (0-1), Málaga (3-0) y Villarreal (0-3).
Es la característica del Levante, un equipo de rachas, y cuando coge la ola buena la aprovecha mejor que Kelly Slater. Así el año del ascenso despidió 2010 en el duodécimo puesto y encadenó quince partidos con nueve victorias, cinco empates y una única derrota en Anoeta que le llevó al segundo puesto y a ascender junto a la Real.
La pasada temporada era colista en la primera jornada de la segunda vuelta con 15 puntos en 20 partidos y encadenó una serie de doce encuentros en los que sumó ocho victorias, tres empates y una única derrota en el Santiago Bernabéu que le llevó hasta la novena plaza y a lograr la permanencia sin apuros.
Es un equipo que sabe a lo que juega, que defensivamente es muy difícil de ser superado y que ha sorprendido con diez tantos en los últimos cuatro partidos por su facilidad goleadora. Además su calendario no ha sido nada fácil, con tres partidos en casa ante Madrid, Espanyol y Málaga y cinco salidas.
En este equipo destaca José Javier Barkero, que por desgracia no volvió a la Real el pasado verano a pesar de que era del gusto de su secretaría técnica. No se quiso cerrar ese fichaje sin saber quién iba a ser el entrenador y el Levante aprovechó para ficharlo sin pagar por su traspaso.
El Levante demuestra que con jugadores que quedan libres se puede hacer un buen equipo. El único jugador de la plantilla por el que se pagó un pequeño traspaso fue por Pallardó. Todos los demás recalaron en Valencia porque no tenían ninguna otra oferta de Primera División. La aceptaron y la han aprovechado para reivindicarse.
Diez de los catorce jugadores que lograron el liderato en Villarreal superan los 30 años y la media de edad de los defensas es de 34. Son jugadores que no quieren desaprovechar su último tren para viajar en Primera.
Asier Illarramendi se entrenó ayer con normalidad en Zubieta y después trasmitió optimismo al señalar que «tengo buenas sensaciones y estoy listo, pero he estado dos semanas parado y decidirá el mister. Queda un entrenamiento y dependerá de lo que digan el médico y el entrenador».
El mutrikuarra ha faltado en los dos últimos partidos ante Zaragoza y Getafe tras sufrir una pequeña rotura fibrilar en la concentración de la selección española sub'21. Se ha convertido en un jugador muy importante en el equipo y su ausencia ha tenido mucha influencia en el abandono ante el Getafe del esquema y del estilo de juego que Philippe Montanier quería implantar desde su llegada a la Real.
Se le echa de menos, por mucho que quisiera restar importancia a su ausencia: «No se depende de mí. Al final cuando no se consiguen resultados siempre se echa en falta a los que no juegan. Igual ahora dirán que falto yo, pero cuando he estado también hemos perdido. Aquí somos un equipo todos», declaraba el medio centro.
Sí admitía que el mal momento que atraviesa el equipo es un acicate para querer volver cuanto antes: «Tengo ganas, queremos jugar todos siempre, pero no estamos consiguiendo resultados y quiero ayudar al equipo». Sin embargo, rechazaba las críticas duras recibidas ayer, que tampoco estaban justificadas porque la Real mejoró sensiblemente con respecto a los partidos contra Athletic y Zaragoza: «Tampoco les vi tan mal como dicen. No fue un partido bueno, pero al final creamos mejores ocasiones, no pudimos meterlas y, cuando no puedes conseguir los tres puntos, es mejor empatar que perder».
Con la recuperación de Illarramendi, Montanier tiene a toda la plantilla a su disposición para el partido de mañana y deberá hacer seis descartes en la lista que dará al término del entrenamiento de este mediodía a puerta cerrada. Joseba ITURRIA
