Tras la histórica declaración de ETA
Adams urge al Estado español a modificar la política penitenciaria
Si en Euskal Herria es una amplia mayoría social y política la que reclama, entre otras medidas relativas a la cuestión penitenciaria, la repatriación de los presos políticos, por parte de la comunidad internacional son cada vez más las voces que se suman a esta demanda. El martes lo hacía el influyente diario británico «Financial Times» y ayer lo reiteró el presidente de Sinn Féin, Gerry Adams, que es uno de los firmantes de la Declaración de Aiete.
GARA | DONOSTIA
Gerry Adams viajó a Euskal Herria hace diez días para participar en la Conferencia Internacional que tuvo lugar en el Palacio de Aiete y el pasado jueves, prácticamente a la misma hora que se hacía pública la histórica declaración de ETA, saludaba desde Irlanda la decisión de la organización armada vasca. El dirigente del Sinn Féin es uno de los firmantes de la Declaración de Donostia, junto a Kofi Annan, Berti Ahern, Gro Harlem Bruntland, Jean-Pierre Joxe y Jonathan Powell; texto que también han suscrito ya Jimmy Carter, George Mitchell y Tony Blair.
Con esas credenciales, sin olvidar su conocimiento directo del proceso y, especialmente, de las iniciativas tomadas por la izquierda abertzale en los últimos años, Adams insistió ayer en reclamar al Estado español que mueva ficha en el nuevo escenario abierto en Euskal Herria. En declaraciones a la emisora catalana Rac1, recogidas por Europa Press, abogó por que Arnaldo Otegi deje la cárcel «tan pronto como sea posible» y por la repatriación de los presos políticos.
«Que gente como Otegi, personalmente comprometidos con la búsqueda de la paz, estén en la cárcel es un error», subrayó. Comentó que sin la participación del dirigente abertzale el conflicto no pasaría por su situación actual, y advirtió de que el camino hacia la paz definitiva no será posible sin sus «buenos esfuerzos».
Recalcó que el acercamiento de los prisioneros vascos es «lo mínimo» que puede hacer el Estado, recordando que en el proceso de paz irlandés fue uno de los puntos clave de la negociación. También garantizó que «el perdón es una parte más del proceso», por lo que vaticinó que ETA se disculpará ante sus víctimas.
El presidente del Sinn Féin señaló que durante décadas se tendrá que alimentar el proceso cada día para lograr el fin definitivo del conflicto y, en ese sentido, no obvió que aún hoy en día hay sectores en el norte de Irlanda que no se han podido incluir en los acuerdos de paz.
Adams considera que tanto Euskal Herria como Catalunya deberían poder ejercer el derecho a la autodeterminación: «La gente tiene derecho a escoger su propio destino y las relaciones con sus vecinos. Nosotros ayudaríamos a cualquier campaña pacífica y democrática para conseguir estos objetivos tan legítimos como necesarios».
Negativa a Urkullu
Es más, el Gobierno español no variará su política penitenciaria a pesar de la petición explícita del presidente del PNV, Iñigo Urkullu, quien, en su encuentro de ayer en La Moncloa, reclamó a José Luis Rodríguez Zapatero medidas humanitarias y urgentes para los presos enfermos.
La negativa fue verbalizada por el ministro de la Presidencia y candidato del PSE por Araba, Ramón Jáuregui, en la comparecencia de prensa posterior al encuentro de Zapatero y Urkullu. Jáuregui se escudó en que el actual Gobierno está obligado a mantener una situación «de reserva por respeto institucional a la legitimidad del nuevo Ejecutivo» que surgirá tras la cita electoral del 20N. «No habrá reformas previsibles», añadió, al tiempo que señaló que desconoce si por parte de los presos políticos hay algún movimiento «para pedir perdón».
Poco antes, también ante la prensa, Urkullu demandó una política penitenciaria «flexible, dinámica y consensuada» para avanzar en el proceso final de la violencia y de normalización política. Y reclamó a Zapatero que «empuje» como presidente del Gobierno español hasta que se forme el próximo Ejecutivo.
Después de hora y media de reunión con Zapatero, el presidente del EBB del PNV manifestó que es necesario el diálogo entre los partidos y, al mismo tiempo, comentó que la izquierda abertzale y ETA deben comprometerse en «el reconocimiento a las víctimas y asumir el daño causado».
Pese a marcar diferencias con el presidente español, también destacó que «comparte» con Zapatero «que estamos en un nuevo tiempo y que hay que ir trabajando por la superación del antiguo escenario de violencia».
Volviendo a la cuestión penitenciaria, advirtió de que las posibles medidas de flexibilización de la política carcelaria deberán estar «en función» de los pasos que den los propios presos políticos, de los que espera «arrepentimiento y petición de perdón», así como solicitudes individuales de cambio de grado.
Urkullu también dedicó una parte de su intervención ante los medios para dar la despedida al presidente español. Confesó que desde mayo de 2010 ha mantenido una relación «intensa» con Rodríguez Zapatero. Y retomando la declaración de cese definitivo de la actividad armada por parte de ETA, indicó que, para llegar a este nuevo escenario, «ha habido que arriesgar, y Zapatero se comprometió y ha cumplido».
El ministro de Justicia español, Francisco Caamaño, llegó a afirmar ayer que «si el señor Otegi está dispuesto a avanzar también en la buena dirección, la consolidación definitiva de este nuevo escenario de paz, siempre será bienvenido», al tiempo que rechazó que se pueda indultar al dirigente de la izquierda abertzale.
El portavoz de CiU en el Parlamento español, Josep Antoni Duran i Lleida, comentó ayer que las víctimas de ETA, a las que «no se podrá olvidar», deben entender que «no es la hora de la venganza, sino de la paz y de evitar más dolor».