Hace un año y unos días aposté un café al consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Gasteiz, Carlos Aguirre, de que el PIB de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa no crecería el 1,4% en 2011 como había expuesto en la presentación de los presupuestos, o en los días posteriores, para este año que finaliza. No contestó, por lo que debo entender que no la aceptó. Me queda la duda de si no lo hizo porque, en realidad, sabía que la economía vasca no iba a crecer en esa proporción y, por lo tanto, quería vender humo para decir que «somos los mejores», que es una regla básica de aquellos que se sientan en poltronas bien compensadas en las nóminas anuales. Puede ser. Pero también me preocupa otra versión, que sitúa a quienes hacen estas predicciones en un lugar muy alejado de la realidad terráquea.

Esto me trae a la memoria a los anteriores gobernantes del PNV, que no dieron cuenta de la crisis hasta que el agua nos cubría ya más de medio cuerpo. Ahora el PSE, trata de ver la luz en este largo túnel, que nos espera, con una cierta prisa, para demostrar que son mejores, pero la realidad es machacona: nada de nada. De hecho, en materia de empleo ya nos están poniendo las cosas muy feas para los próximos cuatro años.

Por desgracia, las mejores perspectivas económicas nos indican que terminaremos 2011 en un 0,8% de crecimiento de la economía, aunque en el último trimestre nos hemos quedado en cero, ni frío ni calor. Las previsiones iniciales del consejero Aguirre suenan a cachondeo.

Bien. Este año, de nuevo, el «gurú» de Lakua nos dice que el PIB real crecerá un 1,4%. Volvemos a las andadas. Le apuesto otro café. Lo que menos entiendo es que con esa seguridad en las predicciones ¿por qué Carlos Aguirre y Gemma Zabaleta recortan en un 7% el presupuesto de las ayudas sociales? Precisamente a los más desprotegidos, a quienes están en la pobreza y la exclusión social, más teniendo en cuenta que el 43% de los parados no perciben prestaciones por desempleo.

¿Dónde ha quedado la solidaridad y las ideas socialdemócratas? No vale decir, como lo hacen, de que si mantienen el presupuesto social va a la quiebra el sistema. No es verdad.