iniciativa empresarial
La «scooter eléctrica», una nueva dimensión de la movilidad urbana
Las empresas guipuzcoanas Luma y Dhemen han diseñado, junto a la navarra Inmotec, una moto eléctrica de grandes prestaciones y muy útil, sobre todo en ciudad. Las innovaciones tecnológicas hacen que las otrora insalvables diferencias con las de gasolina se hayan reducido hasta desaparecer, presentando así un vehículo revolucionario, limpio y muy atractivo.
Mikel PASTOR
Cada vez resulta más evidente que la transición gasolina-electricidad en los vehículos es una mera cuestión de tiempo. Durante muchos años, la falta de desarrollo de los coches y motos con motor eléctrico ha supuesto una rémora importante en lo que a ventas e implantación en la sociedad se refiere. Incluso en la actualidad, el porcentaje de escépticos con esta nueva clase de vehículos sigue siendo importante.
Esa mejora tecnológica es uno de los principales argumentos que han llevado a LUMA ha embarcarse, juntos a dos empresas vascas, en este proyecto de scooter, tan apasionante como dificultoso. El principal reto es convencer a los conductores de ciudad de la ventaja de contar con un vehículo limpio, seguro y muy útil para esos desplazamientos cortos.
Los primeros pasos de la LEMev, que así se llama la moto, empezaron a darse hace unos cuatro años, cuando desde LUMA empezaron a rondar la idea, apoyado en dos realidades plausibles. Por una parte, la poca atención que desde las grandes multinacionales se ha prestado hasta el momento al mundo de los vehículos eléctricos, y por otra, la cercanía geográfica e ideológica de Dhemen y Inmotec, dos empresas del mismo ramo de las motos y con visiones parecidas del proyecto.
La colaboración entre las tres firmas trajo consigo un desarrollo veloz y eficaz del producto, por el simple hecho de que ocupando cada uno su espacio en esa creación, tapaban las carencias que cada una de las otras dos empresas pudieran tener en ese apartado. Una simbiosis en toda regla. Además, se trata de tres empresas pequeñas (LUMA tuvo el año pasado 12 millones de euros de facturación y cuenta con una plantilla de 30 profesionales) con lo que la facilidad para entenderse ha sido una constante desde el primer día.
Mismas prestaciones
Estas relaciones multilaterales dieron sus frutos en forma de formidables prestaciones de la scooter. Alcanza una velocidad máxima de 105 km/h, y tiene una aceleración más que notable, de 0 a 80 km/h en seis segundos. El motor eléctrico también es novedoso, ya que con 22 caballos se pone a la altura de cualquier scooter de 125 centímetros cúbicos de gasolina.
El principal problema de los motores eléctricos sigue siendo su poca autonomía, ya que con las seis baterías que la scooter tiene distribuidas a lo largo de su esqueleto, apenas se pueden recorrer 80 kilómetros. Esto supone un importante hándicap, ya que limita el uso de la scooter al área urbana o a sus alrededores, impidiendo cualquier disputa de mercado con las motos de motor de explosión, que pueden recorren distancias mucho mayores.
Sin embargo, la autonomía no era el único lastre que arrastraban este tipo de vehículos. Por norma general, los eléctricos tenían un precio altísimo, que los hacía estar fuera de mercado, y por tanto, imposibilitaba que la sociedad los considerara una opción plausible para el día a día. Eso también ha cambiado.
A precio de mercado
La moto LEMev cuesta 5.350 euros, pero los gobiernos de Lakua e Iruñea costean una parte de esa inversión, rondando el precio final los 4.350 euros. Hay que tener en cuenta que una moto de gasolina de la misma cilindrada cuesta alrededor de 4.000 euros, por lo que la apuesta electrónica se integra plenamente en la lógica de los precios. Para poder competir en este apartado, los creadores de la scooter han utilizado para su creación materiales económicos, que no disparasen el precio enormemente.
Además, hay que considerar que recargar las baterías de la moto sale bastante más barato que llenar el depósito, ya que la electricidad es muchísimo más económica que la gasolina. Por tanto, a medio-largo plazo, es una inversión importante para todo aquel que se mueva por la ciudad o sus alrededores durante el día a día.
Además de integrarse en esa lógica de mercado, la moto LEMev cuenta con algunas novedades importantes, que han resultado muy atractivas para los usuarios que la han probado en las pruebas previas a su comercialización, como por ejemplo, los inspectores de Donosti Bus, que se han prestado a ser «conejillos de indias» del nuevo proyecto, y que han quedado «francamente satisfechos».
La primera novedad es el freno regenerativo. Se trata de un sistema de freno motor, como el de los coches al reducir la marcha, que permite bajar velocidad al tiempo que carga las baterías, dando un 20% de capacidad más a éstas, estirando la autonomía hasta algo más de 100 kilómetros.
La segunda novedad, y la más sorprendente, es el botón «BUST» situado cerca del manillar de la moto. Este botón funciona como el KERS de los Fórmula 1, esto es, da una potencia extra a la moto durante los segundos que se tiene apretando un botón que está cerca del puño derecho.
Esta herramienta ha sido muy apreciada por los moteros que han probado la scooter eléctrica y es especialmente válida para adelantamientos o para rampas muy pronunciadas, habituales en grandes ciudades. Para hacernos una idea de la potencia de este botón, al apretarlo la scooter acelera a una potencia parecida a una moto de 300 c.c,. una auténtica barbaridad.
La scooter está en fase de pre-serie de fabricación, por lo que está a punto ser comercializada. El objetivo es que esté a la venta antes de final de año. De momento, la venta se limitará únicamente a cinco concesionarios en todo el Estado español.
El objetivo real es vender alrededor de mil unidades este primer año, si bien la mayor parte de ellas, 950, irán destinadas a administraciones públicas, y únicamente medio centenar quedará para los usuarios particulares.