Este es uno de esos montes que os recomiendo firmemente subir sobre todo por dos razones: su belleza y su panorámica.

En primer lugar, su belleza. Es uno de los más bonitos de Markinaldea. Ya que la parte superior de dicho monte no son plantaciones de pinadis (algo que ocurre en muchos otros de esta zona: llegas a la cumbre entre pistas y sin vistas), sino que son unas preciosas larras por las que da gusto pasear.

Y en segundo lugar, su panorámica. Esta ascensión nos regala las preciosas vistas de Markinaldea: al norte la costa vasca, al este dos preciosos montes como son Bedartzandi y Urregarai, al sur el Oiz y al oeste Urdaibai. Si pillamos un día despejado, nuestra vista abarcará perfectamente desde la sierra de Gorobel hasta Larrun.

Como es uno de los más altos, este macizo montañoso, junto con el de Oiz y el de Berdantzandi-Urregarai, domina todo el lugar. Por eso se le conoce como uno de los tres guardianes.

Desde la plaza de Narea tomaremos dirección norte por la única carretera que hay. En breve la carretera se convierte en pista de cemento. Subiremos en zig-zag por dicha pista sin salirnos en una ramificación que encontraremos a la izquierda.

De esa manera, llegaremos a los caseríos Lexarra Behekoa y Lexarra Goikoa. En el Goikoa la pista muere y nace un cruce de dos senderos. Cogeremos el de la derecha, dirección este. Avanzaremos por él llaneando. Y no nos saldremos en ninguna de las dos ramificaciones que encontraremos a su paso (primeramente una a la izquierda, y luego otra a la derecha). De esta manera, llegaremos a un viejo chabolo. A partir de entonces el sendero se empina bastante y va ganando altura en zig-zag a través de un pinadi.

Llegaremos a una langa que marca el final del bosque y el inicio de la larra. De ahí en adelante, avanzar se nos hará aún más gratificante. Y es que seguiremos subiendo por un bonito sendero. Pero con el añadido de que podremos gozar de las impresionantes vistas de las que os hablaba antes.

Además, en este sentido es muy curioso este recorrido. Porque nos descubre sus encantos por partes. Mientras subimos por la cara sur sólo tenemos las vistas del Oiz. Cuando salimos a la este se nos abren los paisajes de Bedartzandi. Poco antes de llegar al collado (cara norte) tendremos la costa. Y, una vez en la cumbre, llegaremos a ver Urdaibi, el monte San Miguel y su curiosa ermita en la cumbre.

Volviendo al recorrido, el sendero avanza bordeando el monte Illuntzar, primero por su cara este y después por su cara norte (no se sube directamente al filo de la sierra). Y nos deja justo en el collado anterior a la cima. Pasamos de nuevo otra langa y enfilamos recto cuesta para arriba a la cumbre.

Una vez en la cumbre, y después de disfrutar del paisaje y echar un trago, tenemos dos opciones. La primera consiste en volver directamente a Narea por donde hemos venido. La segunda nos permite hacer el recorrido integral a la Sierra de Illuntzar. Vosotros mismos.

Si elegimos la segunda, desde la cima tomaremos dirección noroeste. Avanzaremos por el filo de la sierra superando un par de montículos. Después del segundo montículo, el filo de la sierra baja vertiginosamente para llegar a un collado. Superado el collado subiremos a una tercera, corta y última cota. Aquí se acaba la sierra.

Ahora nos toca volver al punto de inicio. Para ello podemos tomar un sendero que va muy cerca del filo de la sierra, por la cara sur. Mientras subimos de nuevo a la cumbre, pasaremos al lado de Ineritzeko lezea. Dicho punto tiene un cartel explicativo, en el cual viene un croquis del recorrido de dicha cueva y nos habla un poco sobre ella. Tiene buena muy pinta... lo malo es que la gruta empieza con un rápel. Así que, o llevamos material de espeleo, o no la podemos visitar.

Subiremos hasta la cima de nuevo (o la bordearemos ligeramente por su cara norte) y desandaremos todo el recorrido hasta llegar de nuevo a Narea.