«Debemos acabar con el bipartidismo. Ese es uno de los grandes problemas que nos afectan». Beatriz Huertas, madrileña de 32 años, se expresaba de esta manera minutos antes de que la cabecera de la manifestación «indignada» desarrollada ayer en Madrid enfilase el camino a la Puerta del Sol. La convocatoria, la más concurrida de las realizadas por el movimiento 15M durante el actual proceso electoral, congregó a miles de personas. Sin embargo, la capacidad de convocatoria se mantiene bastante alejada de las multitudinarias marchas registradas este mismo año.

El lema de la convocatoria era «Cambio de modelo ya» y sus asistentes centraron las críticas en los dos principales candidatos españoles, Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba, denunciando su connivencia con los mercados y su responsabilidad en los recortes sociales que ha sufrido este territorio.

Tras la marcha, que concluyó alrededor de las 14.00 horas, los asistentes tomaron parte en una asamblea que se alargó hasta las 19.00 horas y en la que se repasaron algunas de las propuestas depositadas en las «urnas indignadas», una iniciativa con la que el 15M ha recogido propuestas concretas de la ciudadanía de cara a las elecciones del próximo domingo.

«No se está orientando el voto, sino haciendo una crítica fuerte del sistema actual además de propuestas de un cambio de modelo», aseguró a la agencia Efe Jaime del Val, uno de los integrantes del 15M. Sin embargo, desde Anonymous se ha lanzado una iniciativa para concentrar el voto en los partidos alternativos a PP y PSOE con el objetivo de romper el bipartidismo.

Curiosamente, esta propuesta llama a votar a Amaiur en Gipuzkoa y Nafarroa y al PNV en Bizkaia y Araba. Mientras, en otros lugares del Estado español se aboga por depositar la papeleta de partidos antagónicos como UPyD, Equo, IU o ERC o Compromis.

También en Catalunya

En el Principat, el movimiento de «indignados» también ha lanzado iniciativas para recuperar la iniciativa. Desde el viernes, medio centenar de personas pernoctan en la Plaça de Catalunya a la espera de la ocupación masiva convocada para el próximo fin de semana. El 18, una manifestación reivindicará el derecho a la vivienda.