Niko Mindegia y Miguel Goñi, capitanes con dos caras para un mismo derbi
33 años, ahí es nada. Todo un cambio generacional para que los más viejos del lugar puedan revivir, y los más jóvenes estrenarse, con otro derbi balonmanístico en Iruñea. Será también el primero de carácter oficial para los dos capitanes, Niko Mindegia y Miguel Goñi.
Natxo MATXIN
Aunque con diferente signo. El central de Doneztebe está aquejado de una rotura de fibras en el recto abdominal que, en principio, le hacía ser baja para dos o tres semanas, pero su fundamental papel de director de orquesta le obliga a forzar la máquina e intentar una recuperación milagrosa. Ayer pasaba consulta con un fisioterapetua especialista en este tipo de dolencias y hasta última hora no se podrá decir que está descartado. Por su parte, y salvo contratiempo que no espera, Miguel Goñi sí confía en estar en la cancha del Universitario para disfrutar de un evento con el que lleva soñando mucho tiempo. Para ambos capitanes, son las dos caras de la moneda de la reedición de un histórico derbi.
Y al que llegan con dinámicas bien diferentes. El Anaitasuna con la moral por las nubes tras ganar inesperadamente al Aragón y el San Antonio sin encontrar su línea de juego cayendo en su visita al Naturhouse La Rioja. «Pero se trata de algo coyuntural, con mayor peso para afición y prensa que para nosotros, cuando suene el pitido inicial esas circunstancias ya no tendrán influencia», matiza Goñi, para quien quizás su equipo no llegue «con tanta necesidad» como la que a priori se presumía, si bien «estamos a sólo un partido de los dos últimos». En el caso de Mindegia, su escuadra cuenta con el valor añadido de jugar en casa, que «aunque te da un puntito de presión, siempre acabamos rindiendo mejor». Sus tres victorias caseras así lo atestiguan.
No hay ningún secreto para llevarse los dos puntos, quien consiga imponer sus armas será el vencedor. El capitán albiazul lo tiene claro: «Hay que defender mucho y bien para correr en primera y segunda oleada. Si metemos goles fáciles y rápido llegaremos más descansados al final y con las ideas más claras». Su homólogo en Anaitasuna reconoce que la defensa del rival es «rocosa y fuerte», por lo que un aspecto fundamental para los de Aitor Etxaburu será «no perder balones tontos, moverlos muy rápido, que no nos traben la circulación y que las jugadas acaben para evitar su contraataque».
Estar fuertes en el apartado defensivo parece ser una de las claves y una importancia crucial la tendrá la portería. En este caso, tanto Matías Schulz como Rasic llegan al derbi en un gran estado de forma, por lo que Goñi y Mindegia coinciden en que, de su actuación, puede depender el signo del choque. «Es un puesto clave porque sus paradas te dan un respiro para poder atacar con menor presión, pasó el otro día cuando Matías paró un millón de balones y ocurrió algo parecido con Rasic frente al Torrevieja, que casi él solito sacó el partido adelante», corroboran ambos.
Pobre tácticamente
Con esta premisa, el derbi apunta más hacia la pasión que el espectáculo. Tanto Mindegia como Goñi reconocen sin tapujos que «va a ser un partido trabado, muy pobre tácticamente», apunta el primero, y lo subraya el segundo al asegurar que «seguramente habrá muchas pérdidas porque podrán las ganas, el ansia por hacerlo bien, más que los nervios». En ese mare magnum de sensaciones, quien mejor sepa controlar sus impulsos y redireccionarlos de manera positiva dispondrá de más opciones.
De todos modos, los jugadores son de carne y hueso y no cabe duda que el ambientazo que se va a vivir tanto en los prolegómenos del encuentro como en las gradas no va a dejar indiferente a nadie. El pique está garantizado, pero siempre por los obligados cauces deportivos. «La gente lo tiene claro, cada uno va a mirar por lo suyo, quiere disfrutar y no va a haber ningún problema», describe el capitán antoniano. Para el extremo de Anaitasuna «ni siquiera en esos momentos dejas de ser amigo, sólo que ves al otro como un adversario con un número». Lo mejor de este singular envite es que tendrá segunda entrega dentro de cuatro meses en La Catedral.
Mindegia, Borragán, Julen López, Meoki, Carvajal, Cristian y Capón. Todos ellos tienen una cosa en común: han militado tanto en el San Antonio como en Anaitasuna. Curiosamente, un siete inicial que mañana tratará de poner sobre la cancha lo mejor de sí mismos para arrimar el ascua a su sardina.
Y es que lo primero que hicieron muchos de ellos -Goñi y Mindegia, incluidos- cuando hace unos meses se conoció el sorteo del calendario fue buscar este singular cruce que hace a Iruñea ser una rara avis en el balonmano mundial de élite. Nuestros protagonistas reconocen que no hay parangón, «al menos en lo que a las ligas más potentes se refiere».
Una singularidad que hace no mucho tiempo estuvo a punto de finalizar en fusión entre ambos clubes, pero que como reconoce Goñi se frustró «porque los dos quieren mantener su propia idiosincrasia». Para finalizar, sendos vaticinios. Mindegia aventura un 25-22 y Goñi, un 23-26, marcadores apretados. N.M.