A veces sorprende el dinero que invierten los productores en directores debutantes, porque el irlandés Gary McKendry antes de realizar «Asesinos de élite», sin relación alguna con la película homónima de Sam Packinpah, se dedicaba a hacer publicidad de grandes marcas en Australia.

Los 70 millones de dólares de que ha dispuesto han servido para contratar a Robert De Niro y a Clive Owen en el reparto, debido a que hasta la fecha en Hollywood nunca han querido rodear de otras estrellas de renombre al británico Jason Statham, un tipo duro que luce mejor en thrillers locales como el reciente «Blitz», más en consonancia con sus comienzos a la órdenes de Guy Ritchie.

Una novela de Fiennes

Ranulph Fiennes responde al prototipo de escritor excéntrico británico, ya que une a su pasado en las fuerzas especiales SAS una carrera posterior como aventurero, la cual le ha llevado a conquistar la cima del Everest a los 65 años de edad. De alguien así se puede esperar cualquier cosa, y su novela originalmente titulada «The Feather Men» ha tenido que ser condensada para ser llevada a la pantalla, debido a que acumulaba muchas batallitas a lo largo de un par de décadas.

Gary McKendry ha preferido imprimir un ritmo más vertiginoso al relato, rodando las escenas de acción al estilo realista de la saga «Bourne», con Clive Owen renunciando a utilizar dobles, para no ser menos que el entrenado en artes marciales Jason Statham. Hasta Robert De Niro se ha animado a trabajar sin especialistas de por medio.