La Audiencia Nacional ha vuelto a emitir una sentencia condenatoria contra los quince jóvenes de Donostialdea procesados por pertenecer a Segi, apenas cuatro semanas después de que el Tribunal Supremo anulara el primer fallo por considerar que no se motivaron suficientemente las condenas.

La resolución del Tribunal Supremo dada a conocer el pasado 25 de octubre dejaba sin efecto el fallo del tribunal especial de octubre de 2010, al tiempo que ordenaba corregir el mismo incluyendo la valoración de los pruebas de descargo presentadas por las defensas. De hecho, ésta era una de las cuestiones que planteaban los abogados de los condenados en el recurso ante el Alto Tribunal, en el que alegaron que las pruebas se sustentaron en su mayor parte en declaraciones de otros detenidos en la misma operación, no ratificadas ante el juez y sin corroboración por otras pruebas.

Según explicó a GARA Ainhoa Baglietto, una de las abogadas que asiste a los procesados, «la sentencia es exactamente la misma, mantiene la misma condena, sólo que esta vez incorpora los elementos de descargo, esa es la novedad».

La letrada precisó que la condena corregida por la Audiencia Nacional se limita a relacionar las pruebas de descargo. Apuntó al respecto que una sentencia «tiene que estar siempre motivada y explicar en qué pruebas se basa para que el fallo sea condenatorio y tiene que decirnos por qué la prueba presentada por las defensas no es válida o no es suficiente»

Agregó que la valoración que aporta es «totalmente irracional» y ejemplificó esta afirmación señalando que «valora como elementos de cargo tener tres libros de la editorial Txalaparta» como prueba de pertenencia a la organización Segi.