Laurence Hardouin Portavoz de CIMADE-Baiona
Porque habrá que contar con nosotros
Como ciudadanos debemos hacer llegar a los políticos que ya no pueden atrincherarse detrás de falsos problemas para rechazar el diálogo
Es obvio que nuestros derechos y libertades fundamentales no podrían ser sacrificados por ningún fin u objetivo. Hay que apropiárselos, defenderlos. Los ciudadanos deben, hoy más que nunca, expresarse y plantear sus reivindicaciones.
Cara a la crisis económica, social, financiera y a la inseguridad, hay que reivindicarlos todavía con más fuerza. La voz de la sociedad civil debe ser escuchada, por lo que hay que impulsar el debate público contra la concentración del poder, contra la xenofobia institucionalizada, las desigualdes y el control incesante, y favorecer la solidaridad. Los políticos no puede hacer oídos sordos a la voluntad ciudadana de ahondar más en la democracia.
Esta voluntad de debate debe reafirmarse especialmente en lo que respecta la cuestión vasca. Hay que defender el debate democrático contra el miedo y la violencia.
Paralelamente, es necesario defender los derechos de las personas contra los métodos antiterroristas, la criminalización de los movimientos políticos y asociaciones, las leyes de excepción, las euroórdenes o las condiciones de vida de los presos y presas, algunos de los cuáles se encuentran gravemente enfermos y otros muchos podrían estar en libertad desde hace tiempo.
La tortura practicada de manera sistemática y la situación de las familias en combate permanente para poder seguir visitando a sus familiares deben ser, asimismo, objeto de nuestra denuncia.
La situación política ha cambiado tanto en España como en Francia y la decisión de ETA de cesar su actividad armada es el comienzo. El siguiente paso debería ser entablar el diálogo entre las partes sobre todos los aspectos del conflicto, de su solución política, y abordar la cuestión de los presos y presas y también las víctimas.
Resumiendo; habría que sustituir el miedo por el debate democrático, debate que concierne a todas las organizaciones políticas, sindicales, asociativas y, por supuesto, a los ciudadanos de a pie. Vivimos aquí, nuestros hijos crecen aquí, esto nos atañe a todos.
Durante mucho tiempo los estados han relegado al ostracismo a los y las militantes abertzales y a quienes les apoyaban. El tiempo de la satanización ha acabado.
Ya no hay excusas que impidan acometer ese ejercicio. Como ciudadanos, debemos hacer llegar a los políticos que ya no pueden atrincherarse detrás de falsos problemas para rechazar el diálogo.
Es hora de hablar, reflexionar y negociar, y todos debemos implicarnos. Hay que crear y multiplicar los espacios de debate para llegar a una solución democrática real ya. El sábado, 10 de diciembre, a las 16.00, cita en Baiona para exigirla.
(*) También firman este artículo Christophe Desprez, presidente de la sección bayonesa de la Liga de Derechos Humanos, y Michel Berger, co-presidente del Comité de Derechos Humanos del País Vasco.