Cada año, los Premios Ondas, nos dejan motivos sobrados para el debate, la discusión y el enjuiciamiento post lista premiados y post ceremonia. Es un premio de una entidad privada, que tiene el prestigio que tiene, debido a su trayectoria y el que se esté en acuerdo o en desacuerdo con alguno de los premios o premiados, que en ocasiones se vea demasiado la procedencia de la productora premiada u otros tipos de consideraciones sobre los mismos, no aporta mucho. Es simplemente una manera de pasar el tiempo, porque sucede cada año, cada premiado utiliza como puede y sabe su figurita alada y, a veces, estamos muy de acuerdo con ciertos premios.

Este año nos ha gustado que se le conceda el de innovación, a «Frank de la Selva» que emite cada noche Antena 3. Quizás si entendemos lo de innovación como algo absoluto, podríamos tener muchos peros que añadir, pero considerado como un programa que tiene una producción sencilla, que engarza con los grandes documentales anglosajones en los que el conductor es protagonista y además de su labor de mostrar asuntos desconocidos, su narración y su implicación es considerable, y en este caso Frank Cuesta no solamente es muy fiable porque lo que nos dice está muy bien argumentado, no solamente demostrando que está muy bien documentado sea hablando de elefantes, tarántulas o tribus, sino, y eso es nuestro entender lo más importante, porque mantiene una actitud frente a la vida, lanzando mensajes muy positivos, porque se aparta de lo habitual y porque se muestra beligerante con el turismo de supuesto riesgo.

Una de las últimas entregas que vimos, se acercó a un poblado de mujeres jirafas, esas que llevan el cuello estirado debido a unas argollas de metal en espiral que las atormenta, pero que forma parte de su tradición y de una manera de mantenerse atractivas para los varones. Estuvo muy narrado, y él, y el equipo, se manifestaban críticamente ante el propio hecho. Con respeto, indudable, pero con opinión sobre esa violencia sorda, ese abuso con las mujeres. Esa actitud es la que nos interesa, además de su vitalidad, su manera de narrar, su protagonismo no es histriónico, sino para acumular credibilidad. Poco a poco se ha hecho un hueco y cada vez nos gusta más. Dense una vuelta, que siempre se aprende algo.