En una conferencia ofrecida en el Foro Liderazgo-Euskadi, Videgain se preguntó si en el proceso de diálogo que ha iniciado el presidente electo español Mariano Rajoy con los sindicatos hay de verdad «voluntad clara de acercar posturas» para acometer esa reforma, porque hasta el momento «la experiencia no ha sido muy positiva».

Según advirtió, las empresas necesitan «acción» y cuanto más se retrase será «peor», ya que, a su juicio, el coste laboral en el Estado español es mucho más elevado que en otros países del entorno, lo que «le está haciendo muchísimo daño» a la competitividad de las empresas.

Aseguró que en su empresa, el coste en la planta de Araba es de 34,8 euros por hora, frente al de la fábrica de Austria, donde el coste se reduce hasta los 29 euros por hora, o en EEUU, donde se sitúa en 26,7 dólares.

A ese dato deberían sumarse, según dijo, los índices de productividad y del absentismo, que también deberían tratarse en la reforma laboral.

Según su planteamiento, la oportunidad de las empresas vendrá de la internacionalización en la búsqueda de nuevos mercados, para lo cual «es necesario reducir los costes laborales para ser competitivos».

El presidente de Tubacex criticó la actitud de los sindicatos y aconsejó trasladar el mensaje de que «las empresas sólo empezarán a salir de la actual situación como un proyecto hecho entre todos». Respecto a la gestión de los organismos públicos, señaló que la administración española también «debe ser efectiva» después de años de una gestión «negligente», con «mucho despilfarro».

Sector financiero

También responsabilizó de parte de la crisis al sector financiero «que sólo pensaba en grandísimos beneficios» y se preguntó «dónde está el dinero» porque las empresas siguen teniendo problemas para financiarse. Por último, consideró que para competir internacionalmente sería «un grave problema» identificarse como marca vasca «con la boina» o como española «vestidos de toreros», cuando lo que hay que hacer es «sacar entre todos el País Vasco, España y también Europa», para lo que necesita presentarse como industria competitiva. «A Tubacex no se le identifica con la marca España, sino como Tubacex, segundo fabricante del mundo», sentenció.