Israel no atacará Irán «todavía» mientras la UE le regala los oídos
Israel afirma que no atacará Irán, «de momento», dejando el peso de la presión sobre Teherán a sus aliados. La UE complació ayer a Israel en esa tarea anunciado nuevas sanciones que pueden afectar al sector financiero y al petróleo iraní. Pero el embargo del crudo presenta problemas para los estados que más importan de Irán y los más débiles ante la crisis.
GARA | TEL AVIV-BRUSELAS
El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, afirmó ayer que su país no piensa, de momento, llevar a cabo un ataque militar contra las instalaciones nucleares iraníes, en las que sostienen que Teherán esté desarrollando armamento nuclear. «Israel no busca la guerra con Irán y no tiene intención de actuar ahora mismo», dijo Barak en unas declaraciones divulgadas por el diario «Haaretz». Israel prefiere así dejar la primera línea de la presión sobre Irán a sus aliados de EEUU y la Unión Europea. Precisamente la UE, que añadió ayer 143 empresas y 37 personas a su lista de sanciones, estudia ampliarlas con un embargo al petróleo iraní. «Hemos decidido trabajar sobre sanciones más duras y sin precedentes sobre los sectores financiero y petrolero», confirmó el ministro francés, Alain Juppé, tras una reunión de los ministros europeos de Exteriores. Los ministros quieren presentar estas medidas a la próxima reunión del Consejo de Asuntos Exteriores en enero. La fórmula aprobada es lo suficientemente vaga para incluir un embargo petrolero, una opción apoyada por Alemania y el Estado francés, pero que provoca reticencias en los Estados que dependen del crudo iraní. Juppé mencionó sobre todo a Grecia, que compra petróleo iraní a cuenta, una ventaja de la que no puede prescindir en el actual momento de ahogo financiero. La UE importa el 5,8% de su petróleo de Irán, lo que supuso 303 millones de toneladas en 2010. Más de un tercio va a Italia, seguida del Estado español, Bélgica y Grecia, los países con posiciones más débiles en la crisis económica.
Algunos países dudan del impacto real del bloqueo europeo mientras no hubiese medidas similares por parte de China, el principal cliente de Irán. Además, los europeos temen la posible alza de precios que acarrearía la medida.
La UE también ha colocado en su punto de mira al Banco Central iraní y a la banca Tejarat, que tiene filiales en Gran Bretaña, Estado francés y Alemania. Responsables de la administración Obama indicaron, por su parte, que ésta podría apoyar las sanciones contra el banco central iraní «a su debido tiempo», y alertaron sobre sus riesgos.
El asalto de la embajada británica en Teherán ha avivado la crisis. En solidaridad con Londres, París, Amsterdam y Berlín ya han cerrado sus legaciones y Roma estudia hacerlo.
El Gobierno iraní ha prohibido los medios de comunicación extranjeros cubrir toda manifestación ante los edificios diplomáticos británicos en Teherán.