El dicho de segundas partes nunca fueron buenas se cumple a rajatabla con «Happy Feet 2»
El cineasta australiano George Miller logró arrebatar a Disney la exclusiva de la animación musical, gracias a unas espectaculares coreografías sobre el hielo. Toda la originalidad se diluye en una aburrida secuela.Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
No entiendo cómo George Miller se juega su prestigio poniéndose al frente de la continuación de «Happy Feet», cuando lo normal suele ser encargarse de la película original y delegar en otros para las sucesivas entregas. Él y sólo él es el único responsable de la decepción que «Happy Feet 2» provoca en el público que se entusiasmó con la inicial aventura del pingüino bailarín. En los cinco años transcurridos desde entonces se ha dado una saturación de películas protagonizadas por pingüinos, ya fueran documentales, películas de acción real o animadas.
La cadena alimenticia
Pero no hay que echarle la culpa del fracaso a la competencia, ya que «Happy Feet 2» sucumbe por errores propios. El más grave es el nulo carisma de los nuevos personajes, teniendo en cuenta que el protagónico es una repetición del anterior, por tratarse de su hijo. Los secundarios que más intervienen son Will y Bill, a quienes ponen voz en la versión original en inglés Brad Pitt y Matt Damon. Me temo que han pensado más en la popularidad de los dobladores que en el diseño de estas criaturas sin gracia alguna.
Son unos crustáceos denominados krills, y que para los que no vemos los documentales de National Geographic tienen pinta de camarones congelados. Su incursión en la trama ecológica sobre los efectos del cambio climático, con el deshielo de los polos, viene a cuento de que uno de ellos es un iluso visionario que sueña con alterar la cadena alimenticia, pues está harto de no tener otra cosa que llevarse a la boca que el plancton marino.
Dirección: George Miller.
Guión: Warren Coleman, Gary Eck, Paul Livingston, y George Miller.
Producción: Kennedy Miller Mitchell.
Fotografía: David Peers y David Dulac.
Música: John Powell.
País: Australia, 2011.
Duración: 100 minutos.
Dirección: Christian Ditter.
Intérpretes: Jonas Hämmerle, Waldemar Kobus, Nic Romm.
País: Alemania, 2011.
Duración: 96 minutos.
Proyección en euskara: En los Multis de Bilbao, Niessen de Errenteria y Florida de Gasteiz. También en los Zugaza de Durango durante la Azoka.
Dirección: Carlos Therón.
Guión: Curro Velazquez y Alex Pina.
Intérpretes: Adrián Lastra, Paco Tous, Loles León, Mariano Peña, David Hasselhoff, El Langui, Antonio Dechent.
País: Estado español, 2011.
Duración: 106 minutos.