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Muerte de un menor en Donostia

Todas las hipótesis están abiertas en la muerte violenta de un menor

La Ertzaintza mantenía, al cierre de esta edición, abiertas todas las hipótesis en la muerte de un menor de 13 años, cuyo cadáver fue hallado sobre las 12.45 en su domicilio en el barrio donostiarra del Antiguo. El cuerpo presentaba heridas de arma blanca en el abdomen y fue trasladado hacia las 17.40 para realizarle la autopsia. A lo largo del día la Policía intentó localizar al padre de la víctima, mientras una dotación custodió a la madre y a los otros tres hijos de la pareja.

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A.G.-O.L. | DONOSTIA

La Ertzaintza investigaba las circunstancias y no descartaba ninguna hipótesis, incluida la del suicidio, a la hora de cerrar esta información en el caso de la muerte de un menor de 13 años, cuyo cadáver fue hallado en su domicilio de Donostia con heridas de arma blanca en el abdomen, según informó el Departamento de Interior de Lakua. El cuerpo fue encontrado por una persona del ámbito familiar de la víctima a las 12.45, en una vivienda del número 5 de la calle Logroño, en el barrio del Antiguo.

Pese a que en un principio los investigadores apuntaron a que se trataba de un homicidio, ya que hallaron un cuchillo y manchas de sangre en el dormitorio en el que se encontraba, tras el examen detallado de la Policía científica y los forenses, no descartaron la posibilidad de que el adolescente se hubiera quitado la vida.

Una fuente de la investigación precisó que la Ertzaintza encontró también restos de sangre en el garaje de la vivienda, así como en el pomo de la puerta principal del domicilio en el que estaba el cuerpo, el 4ºB.

Según señalaron las agencias de información, estos indicios no descartaban la posibilidad de que alguna persona hubiera estado en el lugar antes de que el cuerpo del menor fuera localizado sin vida.

Paralelamente a la investigación que se realizaba en el interior de la vivienda, fuentes policiales aseguraron que agentes de la Ertzaintza seguían buscando al padre de la víctima, que al parecer está en proceso de separación de la madre del menor fallecido.

Durante varias horas, el portal de la calle Logroño así como los alrededores permanecieron acordonados, mientras que el garaje, lugar en el que también aparecieron rastros de sangre, fue precintado. Allí, efectivos de la unidad de la Policía Científica de la Ertzaintza trabajaron en la obtención de pruebas.

El cuerpo del menor permaneció en la casa hasta que una comisión judicial ordenó el levantamiento del cadáver, que fue trasladado sobre las 17.40 al Instituto de Patología Forense de Donostia, ubicado en Atotxa, para serle practicada la autopsia.

Protección de la familia

El piso en el que fue hallado el cuerpo del chaval es el que compartía la familia antes de la separación de la pareja y que habían puesto en alquiler hasta no hace mucho. El menor residía con sus abuelos en otro domicilio, mientras que la madre vive con los tres hijos más pequeños en otra vivienda.

Dado que en un primer momento se estudió la hipótesis del homicidio, tras el hallazgo del cadáver los agentes localizaron a la madre del menor fallecido. Con ella acudieron a un centro escolar de la capital guipuzcoana donde estudian los tres hermanos pequeños de la víctima, dos chicos y una chica, para garantizar la seguridad de todos ellos.

La noticia del suceso causó gran conmoción en el barrio, y se vivieron momentos de crisis cuando allegados de la víctima conocieron lo sucedido. Según indicaron vecinos del barrio, la familia de la víctima lleva algunos meses viviendo en este domicilio y actualmente el padre regenta el asador Oihandar, ubicado en la cercana avenida de Zumalakarregi del mismo barrio del Antiguo, a escasos metros de la vivienda.

La propietaria de una peluquería próxima al domicilio en el que se encontró el cadáver, visiblemente afectada, comentó a Efe que sus hijas son compañeras de clase de la víctima, quien ayer no había asistido al instituto Antigua-Luberri en el que estudiaba Primero de ESO. Esta mujer, quien manifestó que sus hijas se habían enterado del suceso a través de la red social Tuenti, explicó que los padres del menor se encontraban, al parecer, en un proceso de separación.

Sobre el padre pesaba una orden de alejamiento porque ella lo había denunciado por maltrato sicológico y, recientemente, había sido internado en un centro siquiátrico. Según pudo saber este diario, hace poco tiempo, la madre del menor fallecido avisó al centro escolar para advertirles de que el padre había recibido el alta y que podía hacer cualquier cosa. Por eso, y desde el instituto, se trasladó el aviso a los servicios sociales correspondientes. Anteriormente, el hombre se había cortado las venas cuando se encontraba con el hijo mayor.

Respuesta institucional

«Ante la trágica muerte con aparentes signos de violencia» del menor, el Ayuntamiento de Donostia mostró su «respaldo y apoyo a la familia de la víctima en estos difíciles momentos». Informaron que desde el Departamento de Bienestar Social están trabajando directamente con sus familiares, centrándose en la atención sicológica y poniendo a su disposición «todo lo que requieran». Lo primero, indicaron fuentes municipales, es proteger a la familia.

A convocatoria del alcalde, Juan Karlos Izagirre, hoy se reunirán los portavoces de todos los grupos políticos del Consistorio y se acordará qué respuesta dar para denunciar este trágico suceso.

RASTROS

La Policía científica halló un cuchillo y rastros de sangre en la misma habitación en la que encontraron el cadáver. También había sangre en el pomo de la puerta principal de la vivienda y en el garaje.

Editan en Bilbo una guía para detectar el maltrato a menores

El Consistorio bilbaino ha editado una guía orientada a docentes para facilitar la detección de casos de maltrato infantil y agilizar así su notificación a los servicios sociales. «La guía pretende ser una herramienta para el profesorado que les ayude a valorar situaciones de riesgo de desprotección entre los escolares», según explicó ayer en rueda de prensa el concejal de Acción Social, Eduardo Maiz.

«La escuela es un lugar de atención permanente y un entorno muy importante para la detección de problemas en el menor», comentó el edil jeltzale, que explicó que el 30% de los casos de maltrato se conocen a través del ámbito escolar. En la desprotección que sufren los menores, a consecuencia del comportamiento de sus progenitores o cuidadores, se toman en consideración distintos tipos de maltrato como el físico, el síquico, el abandono, la desatención de las necesidades básicas, el abuso sexual o la explotación laboral.

En la guía se explica qué indicadores físicos (lesiones, higiene, salud...) y de conducta pueden estar asociados a una situación de desprotección, qué tienen que hacer los profesores si lo detectan y a quién y cómo deben notificarlo. «La labor del docente no es denunciar», subrayó Maiz, sino «observar al niño, hablar con él y con los padres y notificar si ve algo irregular» y matizó que la responsabilidad última de comprobar la situación de desprotección reside en los servicios sociales.

«El objetivo es que no se nos escape ningún caso», apuntó, e introducir «planes preventivos para que no tenga consecuencias en el desarrollo del menor». En 2011 los servicios sociales de base han atendido a 719 familias con menores a su cargo, lo que supone un incremento con respecto a 2010, año en el que se atendieron a 631 familias.

Los tipos de desprotección más frecuentes son las negligencias relacionadas con las necesidades formativas, de estimulación y de afecto o la incapacidad parental para el control de la conducta de los menores.

De los casos tratados este año en la capital vizcaina, 76 han sido derivados al servicio de la Diputación por considerarse casos de grave riesgo de desamparo, competencia que le corresponde a esta institución. El Ayuntamiento dispone de 150 profesionales adscritos a los servicios sociales repartidos por la ciudad, que comprenden a educadores y trabajadores sociales, además de sicólogos.

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