El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, comparten hoy en París mesa y mantel para intentar alcanzar una postura común de cara a la Cumbre Europea de jefes de Estado, que se reunirá los días 8 y 9 de diciembre en Bruselas, con el objetivo de buscar una «salida eficaz» a la crisis de la zona euro.

Esta semana, por tanto, parece crucial para el futuro no sólo de la eurozona, como algunos jefes de Estado han dicho, sino para el conjunto de la economía mundial. De hecho, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, realizará una gira previa por Fráncfort, Berlín, París, Marsella y Milán a partor del martes para instar a altos cargos europeos a tomar acciones decisivas para evitar la crisis.

Unión fiscal

Sarkozy y Merkel se han manifestado en estos días previos a favor de una «refundación» de la UE, según manifestó el presidente francés, mientras que la canciller alemana consideró conveniente modificar los tratados para terminar con la crisis de la deuda. Ambos buscan una «unión en materia fiscal» que englobe y obligue a los Veintisiete estados miembros de la Unión Europea. En caso de que no salga adelante esa propuesta, intentarían un acuerdo entre los diecisiete países que conforman la zona euro.

Angela Merkel quiere dar más poder a la Comisión Europea, para que pueda vetar los planes presupuestarios nacionales que quebranten los límites de la UE antes de su llegada al Parlamento, con sanciones automáticas para quienes incumplan el déficit y la posibilidad de llevar a esos países al Tribunal Europeo de Justicia. Nicolas Sarkozy pretende, por su parte, que los líderes de la eurozona tengan la última palabra, sin nuevos pode- res supranacionales para las instituciones de la UE.

Varios países más, principalmente Gran Bretaña, Irlanda y Holanda, no aceptan que se cambie el Tratado por todos los riesgos políticos nacionales que conllevaría. Algunos temen que sea difícil obtener respaldo público en un referendo.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que preside la crucial cumbre de Bruselas a finales de semana, presentará opciones para un control presupuestario más estricto sin tocar el tratado, así como pasos que exigirían enmiendas, según adelantaron sus ayudantes.

El mayor rechazo a un posible acuerdo germanofrancés se encuentra en el Gobierno británico, que ve en la mismo una pérdida clara de influencia y, por otro lado, un ataque directo a la City de Londres.

150.000 millones

El jueves, Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, volverán a verse las caras en la reunión que el Partido Popular Europeo (PPE) celebrará en Marsella, antes de la cena en Bruselas del Consejo Europeo. En este encuentro, está previsto que participe Mariano Rajoy. Según algunas informaciones, Rajoy planteará la necesidad de obtener una financiación de 150.000 millones para crear «un banco malo» para sanear las cuentas de las entidades financieras.

Justo el 8 de diciembre está previsto que el Banco Europeo recorte los tipos de interés hasta el 1%, lo que «permitiría dar una inyección de optimismo al encuentro» que, a pesar de las reuniones previas.