La Copa es el torneo de las mil sensaciones. Entre los equipos modestos, van de la ilusión de aficionados y jugadores ante la posibilidad de protagonizar partidos que de otra manera no podrían, a la de los directivos ante la ocasión de cuadrar cuentas.

Entre los de Primera también son variadas, e incluso se van modificando a lo largo de las eliminatorias. Los futbolistas con menos opciones en Liga ven en el torneo la mejor manera de reivindicarse; los entrenadores consideran en muchas ocasiones las primeras rondas un auténtico marrón, un estorbo que acumula esfuerzos para la competición que realmente cuenta.

A los dirigentes tampoco les hacen mucha gracia los primeros enfrentamientos, en los que los gastos suelen superar con mucho a los ingresos. Pero, si la cosa marcha bien, la percepción cambia por completo, hasta el punto de que la Copa puede acabar convirtiéndose en el principal objetivo de la temporada.

Pero, para llegar ahí, hay que superar las etapas previas, ya se consideren incordios, oportunidades o gastos superfluos. La primera para Osasuna arranca en Almería y, aunque a los rojillos les supone cerrar 2011 con un pequeño maratón de partidos, no parece que la cita les pille en un mal momento. Más bien al contrario, parece el más idóneo para ilusionarse.

Y es que el equipo iruindarra atraviesa un auténtico momento dulce. Buenos resultados -dos victorias y dos empates en las cuatro últimas jornadas-, la consiguiente tranquilidad por una clasificación óptima, un juego que por momentos convence, una moral que se refuerza de semana en semana, e incluso una nueva camada de rojillos que se abre paso.

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De hecho, se espera que Osasuna salte hoy al verde del Juegos del Mediterráneo con un equipo muy rejuvenecido. José Luis Mendilibar ha ofrecido menos pistas aún que de costumbre, teniendo en cuenta que dedicó la sesión de ayer a la recuperación y que sólo podrá preparar el choque en el entrenamiento de esta mañana, tras el que facilitará la lista de convocados, pero todo parece indicar que jugadores como Timor, Annunziata o Lekic jugarán de inicio. También Satrustegi y Roberto Torres que, tras debutar disputando 20 minutos frente al Málaga, disfrutará hoy de su primera titularidad con el primer equipo.

Aunque, en realidad, lo único que está asegurado son las bajas. A las que ya se conocían se ha unido la de Kike Sola, con una tendinopatía rotuliana en la rodilla derecha. Y la de Sergio, aunque en realidad la de éste viene de lejos: fue expulsado la pasada temporada en la eliminatoria frente al Deportivo, con lo que debe cumplir un encuentro de sanción.

El goleador, al banquillo

También se prevén cambios en el rival -un Almería que siempre se ha impuesto a Osasuna en la Liga-, más aún teniendo en cuenta que su situación no es tan holgada. Con el único objetivo de regresar a Primera, el equipo andaluz se encuentra en pleno bache, lo que le ha llevado a sumar sólo tres puntos en los cinco últimos partidos y caer hasta la sexta plaza.

Aunque los números también dicen que se trata de un rival rocoso -con apenas tres derrotas, solo el Elche, con dos, ha perdido menos partidos- y que cuenta con el máximo realizador de la categoría, Leo Ulloa, que ha anotado prácticamente la mitad de los goles de su equipo (11 de 24). En principio, hoy no jugará de inicio, aunque Lucas Alcaraz también dirigirá esta mañana una última sesión y luego tomará las decisiones definitivas, pese a que, tras haber disputado su encuentro liguero el viernes, ha andado más holgado de tiempo que los navarros.

El entrenador rojiblanco reconoce que introducirá cambios, pero también asegura que su equipo no desdeña, ni mucho menos, el torneo. «Los jugadores tienen la ilusión de hacer un buen papel y llegar lo más lejos posible. Tenemos un rival muy cualificado, muy poderoso y que está haciendo una buena temporada en Primera, pero hay que competir con la ilusión de pasar y sin la presión que quizá podemos tener en Liga».