Los diputados y senadores de Amaiur acudieron a Madrid para acreditarse y lo hicieron con un mensaje de solución destinado a todo aquel que quiera escucharles pero, especialmente, a aquellos que van a dirigir las riendas del Estado español en los próximos años. Xabier Mikel Errekondo, en nombre de sus compañeras y compañeros, emplazó a Mariano Rajoy a que tenga altura de miras, y aunque al hacerlo representaba a las 333.000 personas que votaron a la coalición soberanista el 20N, es un llamamiento compartido por la inmensa mayoría de la sociedad vasca. La nube de periodistas que rodeaba a los representantes abertzales es garantía de que sus palabras tuvieron eco en la capital española, pero está por ver si sus destinatarios responden positivamente al emplazamiento.

El líder del PP presidirá el Gobierno español con una holgada mayoría de la que no ha gozado su antecesor en el cargo y, si tiene voluntad de encauzar positivamente el proceso, tendrá todo a su favor para alcanzar un escenario de paz y democracia. Por el contrario, si mantiene la inercia represiva que ha caracterizado a todos los ejecutivos anteriores y que le demandan los sectores más intransigentes de la sociedad española, no tendrá enfrente a los diez electos que ayer se acreditaron, sino también al conjunto de la ciudadanía de este país, que apuesta decididamente por un nuevo tiempo, basado en el respeto de todas las ideas y proyectos.

La fotografía de Amaiur a la entrada del Congreso simboliza un tiempo diferente. La coalición es depositaria de la ilusión de buena parte de la sociedad vasca y acude a Madrid con voluntad de hablar con todos los grupos, por supuesto, también con la principal fuerza política del Estado, cuyo concurso e implicación serán necesarios para lograr soluciones. La sociedad vasca espera que esa mano tendida sea acogida con responsabilidad y que esta nueva legislatura que empieza se caracterice por el diálogo y la búsqueda de acuerdos, para que el final sea todavía mejor que el comienzo.