LAB se concentró ayer ante la empresa ZF Lemforder TVA (Ermua) para denunciar «la persecución sindical a la que están siendo sometidos las y los representantes sindicales en general y los de este sindicato en particular». La central abertzale sitúa el origen del problema en setiembre, cuando «la empresa unilateralmente rompió uno de los acuerdos, dejando fuera de la bolsa de trabajo a un joven». Este caso se juzga hoy en Bilbo.

El comité -formado por 3 delegados de LAB, 3 de UGT, 2 de ELA y 1 de CCOO- pidió entonces a la firma que reconsiderara su postura, pero esta «no ha mostrado voluntad de hablar ni solucionar la situación».

Posteriormente, relata LAB, aparecieron unas octavillas sin firma denunciando estas circunstancias, y la dirección acusó a la central abertzale, pese a que esta negó cualquier relación.

Desde entonces «el objetivo de la empresa no es otro que deslegitimizar a los sindicatos» e incluso ha aparecido «un comunicado anónimo insultando a los miembros de LAB en primera instancia y también al resto». Como consecuencia, los tres delegados de LAB necesitaron asistencia médica y «se encuentran de baja por ansiedad».