La violencia no se detuvo en el inicio ayer de las elecciones municipales en Siria y, según el opositor Observatorio de Derechos Humanos, las operaciones de las fuerzas de seguridad causaron 15 muertos en las regiones de Homs, Idleb y Hama. También continuaron los combates entre el Ejército y las tropas desertoras en Idleb y Deraa.

En ese contexto, más de 14 millones de electores estaban convocados en las urnas, en los primeros comicios desde que comenzó el levantamiento contra el régimen de Bashar al Assad el pasado 15 de marzo.

«Las elecciones se desarrollan en calma, en un clima democrático y hay una buena afluencia», declaró el jefe del Alto Comité Electoral, Khalaf al-Ezzawi. En los colegios electorales de Damasco, los votantes iban aumentando su número según avanzaba el día

«He votado porque queremos contribuir a las reformas eligiendo a los mejores» afirmó Zeina, de 35 años, al salir del colegio electoral en la plaza de los Omeyas en Damasco. «Todo el mundo debe votar para responder a los que llaman a la huelga», opinaba Ahmad, taxista, en referencia a la campaña de desobediencia civil que la oposición inició el domingo con una huelga general.

Ayer los militantes opositores anunciaban en internet que continuarán con el paro. Según las autoridades, las elecciones se llevaron a cabo según la nueva ley electoral con el objetivo de reforzar la descentralización y «en la fecha prevista conforme al programa de reformas» lanzado por Al Assad.

Las elecciones que escogerán a 1.337 consejos municipales están abiertas a otros candidatos además de los del gobernante partido Baaz y sus aliados políticos en el Frente Progresista Nacional. «Esto prueba la determinación de los dirigentes del pueblo sirio en avanzar», declaró Adnane Mahmud, ministro de Información, recordando que en febrero están previstas las legislativas. En cambio, la oposición aseguró que las elección son «una manera indirecta de enfrentarse al pueblo» y no pudieron llevarse a cabo en las ciudades sublevadas.

Así, recordaron a los habitantes de Homs, «encerrados en sus casas» o que la tasa de participación no pasó del 1% en Deir Ezzor. También denunciaron que en Idleb, «las autoridades han obligado a decenas de ciudadanos a acudir a votar».