No han podido ser más oportunas las victorias de Anaitasuna y San Antonio esta jornada, que proporcionan un balón de oxígeno considerable y representan la mejor manera de encarar una semana con tres partidos, en vísperas del parón invernal.

Como muestra de que la Liga entra en una fase muy peligrosa en la zona de descenso, basta un detalle: cuatro de los cinco equipos que comenzaban la jornada por detrás del San Antonio puntuaron -salvo el Antequera, que perdió en Iruñea-. La consecuencia más importante es que el Granollers también se suma al grupo de riesgo, empatado a puntos con Anaitasuna.

El triunfo antoniano en Zaragoza tiene mucho valor, y no solo por los puntos, que son de oro, sino porque demuestran que el equipo está vivo y decidido a dar la vuelta a una dinámica peligrosa. Cuatro jugadores marcaron seis goles, el portero Lucau tuvo una gran actuación, y el equipo se mostró sereno y firme para gestionar un marcador igualado que solo se rompió en el cuarto de hora final.

Sin tiempo para nada, los albiazules visitan hoy al Atlético de Madrid (20.30, Luque y Pascual -Catalunya-) con escasas posibilidades de puntuar, y menos tras la derrota que sufrieron los rojiblancos el sábado en casa ante el Barcelona, que le deja sin margen para perder más puntos si quiere seguir optando al título liguero. Pese a ello, Juanto Apezetxea no descarta del todo la sorpresa, por si acaso.

Para eso sirve también la victoria en Zaragoza, para tomarse con tranquilidad esta salida, e incluso reservar a jugadores tocados como Mindegia y Sevaljevic, y fijar la atención en el último compromiso del año, el próximo sábado en Iruñea ante el Valladolid -que también da síntomas de agotamiento y no pudo pasar del empate en Guadalajara-, al que se puede ganar.

Anaitasuna no hizo un buen partido contra el Antequera... pero ganó. Conseguirlo en circunstancias adversas resulta fundamental cuando peleas en diferencias pequeñas de puntos ante rivales más experimentados, y contribuye a que el equipo crezca. Más de un millar de aficionados empujaron a su equipo desde las gradas, demostrando que cada detalle cuenta y todo suma. El propio entrenador, Aitor Etxaburu, destacaba la presión del público y su influencia en que los andaluces perdieran un poco los papeles.

La vuelta de Maxi Cancio tras su lesión fue otra de las noticias positivas, y lo mejor que se puede decir es que Anaitasuna está cumpliendo con la hoja de ruta que se había marcado tras incorporarse a última hora a la Liga Asobal. Lo mismo que sus vecinos albiazules, la victoria les permite afrontar con más tranquilidad la visita de mañana al Academia Octavio (20.45, Fernández y Rodríguez -Asturias y Catalunya-), un rival muy fuerte en su cancha, pero que lleva cinco jornadas sin poder ganar.

Etxaburu ya ha mencionado en alguna ocasión que a su equipo le cuesta adaptarse a afrontar partidos con tan poco margen de tiempo, pero al menos mañana no irá obligado, y sabe que el domingo tiene otra buena oportunidad ante el Ciudad Encantada de Zupo Ekisoain.